RÍO GALLEGOS, Argentina.- Un frío clima, el cielo nublado y escaso interés por la política nacional rodeaban el sábado a la familia Kirchner en la patagónica ciudad en la que forjaron su carrera, a horas de las elecciones presidenciales en Argentina.
El presidente Néstor Kirchner y su esposa, la senadora y candidata presidencial Cristina Fernández, pasaban casi inadvertidos en Río Gallegos, en la provincia de Santa Cruz, el distrito en el cual les correspone votar y que mañana también elegirá nuevo gobernador, sin que el candidato oficialista aparezca con una victoria segura.
A unos 2.600 kilómetros al sur de Buenos Aires, el matrimonio más poderoso del país también podrá ser testigo de la dura pelea interna por la alcaldía de la ciudad, de apenas 95 mil habitantes.
Esa pugna dejaba en segundo plano a Cristina, dado que según los pronósticos se alzará con una cómoda victoria para suceder a su marido.
Los carteles publicitarios con su figura son escasos y los del actual mandatario brillaban por su ausencia en Río Gallegos, ciudad donde se han desarrollado algunas de las mayores manifestaciones contra los Kirchner en los últimos meses.
A sólo 200 metros, agentes de seguridad vigilaban la casa de los Kirchner, que se diferencia de las de su alrededor en el centro de la ciudad por su gran tamaño y su pronunciado techo color azul.
Los Kirchner llegaron a la ciudad el viernes por la noche, en el avión presidencial Tango 01 y, aunque aún no está confirmado, partirían hacia Buenos Aires el domingo al mediodía tras emitir sus votos.
Kirchner gobernó Santa Cruz entre 1991 y 2003, año en que fue elegido presidente.