COPENHAGUE.— Un avión turbohélice de la empresa Scandinavian Airlines (SAS) aterrizó de emergencia en Dinamarca, deslizándose por la pista sobre el fuselaje luego de que falló parte del tren de aterrizaje.
Nadie resultó lesionado en el accidente, el tercero que le ocurre a los aviones Q400 de la empresa Bombardier en menos de dos meses.
La aerolínea decidió mantener en tierra sus turbohélices luego de lo ocurrido el sábado en el aeropuerto de Copenhague "hasta nueva orden", dijo la empresa en un comunicado.
Este tipo de aeronave estuvo en tierra durante tres semanas luego de los dos primeros incidentes en septiembre, pero los vuelos se reanudaron este mes.
El Q400, con 40 pasajeros y cuatro tripulantes, iba en ruta a Copenhague desde Bergen, Noruega, cuando las autoridades recibieron un llamado de auxilio.
De acuerdo con SAS, la tripulación reportó "problemas en el tren de aterrizaje principal" antes del accidente. No se dieron más detalles sobre lo ocurrido.
Imágenes de la televisora TV2 en su sitio de Internet muestran cómo se dobló el tren de aterrizaje bajo la nave cuando tocó la pista, obligándola a deslizarse sobre el fuselaje y el extremo del ala derecha, generando una lluvia de chispas.
El aeropuerto cerró dos de sus principales pistas debido al accidente, que provocó retrasos en los vuelos.