LONDRES.- El ex primer ministro británico Tony Blair rechazó una oferta que le hizo el presidente de EEUU George Bush para que no le acompañase en la invasión de Irak, según un nuevo libro.
La embajada estadounidense en Londres avisó a Bush de que su amigo y aliado Blair podía sufrir una derrota en la Cámara de los Comunes si participaba en la guerra, y, preocupado, el presidente cogió el teléfono y ofreció al líder laborista esa posibilidad.
El libro "Blair Unbound", de Anthony Seldon, Peter Snowdon y Daniel Collings, que sale a la venta el próximo lunes, reavivará la polémica sobre la decisión de Blair de apuntarse a la guerra de Irak, informa hoy el diario "The Independent".
Nueve días antes de que la Cámara de los Comunes aprobaran la invasión, pese a la rebelión de 139 diputados laboristas, Bush sorprendió a Condoleezza Rice, entonces asesora de Seguridad Nacional, al sugerir que Londres no tenía que enviar tropas y podía limitarse a un papel menos controvertido tras la invasión.
Rice le contó a los autores del libro: “Recuerdo que estaba en el Despacho Oval (de la Casa Blanca), y el Presidente dijo entonces: "No podemos dejar que caiga el Gobierno británico por esta decisión".
Rice preguntó entonces a Bush qué quería decir con ello, a lo que el político republicano respondió: "Tengo que decirle a Tony que no es necesario que lo haga (acompañar a EEUU en la invasión)".
Bush cogió entonces el teléfono y le dijo a Blair: "Lo que quiero que sepas es que la opción menos deseable es que caiga tu gobierno. No queremos que ocurra bajo ninguna circunstancia. Lo digo en serio".
El ocupante de la Casa Blanca le ofreció a su amigo Blair la posibilidad de que Londres no formara parte de la coalición invasora y le dijo que se encontraría más adelante otra fórmula.
Blair le respondió a Bush: "Cuando te dije que estaba contigo, lo decía en serio".
Según un asesor del líder laborista, "después de haber llegado tan lejos (en su apoyo a la decisión de invadir Irak), echarse atrás en el último momento le resultaba patético".
Otra revelación del libro es que el ex secretario de Estado Colin Powell intentó junto al entonces ministro británico de Exteriores Jack Straw persuadir a Blair de que frenase a Bush, pero no lo consiguió.
"Al final, explica Powell en el libro, Blair siempre apoyaba al Presidente. Me resultó muy sorprendente...Jack (Straw) y yo le animábamos (a Blair) sobre un tema. Y (Blair) parecía dispuesto a decirle: 'Mira George'. Pero en cuanto veía al Presidente, se desinflaba"
Según el libro, en el 2002 Blair decidió escribirle a Bush para expresarle su preocupación por la aceleración del impulso belicista, pero al final se rajó y le dijo a Bush: "George, quiero que sepas que, cualquiera que sea tu decisión, me tendrás a tu lado".