WASHINGTON/LONDRES.- Estados Unidos y Gran Bretaña mostraron su preocupación por la instauración de un Estado de excepción en Pakistán, lo que incluso fue calificado de "muy decepcionante" por parte de las autoridades estadounidenses.
"Esta decisión es muy decepcionante. El presidente Musharraf necesita mantener su promesa de elecciones libres y justas en enero y renunciar como jefe del Ejército antes de tomar juramento a la oficina presidencial", afirma una declaración emanada de la Casa Blanca.
"Todas las partes involucradas deberían moverse juntas, rápida y pacíficamente por la senda democrática", agrega el comunicado.
Musharraf impuso el sábado un estado de excepción que según él está justificado por la insurrección islamista en el país. Además argumenta que una parte del poder judicial interfiere con ejecutivo.
La medida pone en peligro las elecciones legislativas previstas para enero de 2008 y consideradas importantes para la vuelta de la democracia.
Británicos reconoce "la amenaza a la paz"
Las autoridades británicas también dejaron clara su gran preocupación por la situación que se vive en Pakistán, afirmando que el futuro de ese país depende de asegurar la prevalencia de la ley.
"Todos los amigos de Pakistán estarán preocupados por el giro de los eventos de hoy", afirmó el secretario de exterior, David Miliband, a través de un comunicado.
"Nosotros reconocemos la amenaza a la paz y la seguridad que encara el país, pero su futuro descansa en arrear el poder de la democracia y la prevalencia de la ley para conseguir las metas de la estabilidad, desarrollo y contraterrorismo", agregó.
"Estoy seriamente preocupado por las medidas adoptadas hoy, que llevarán a Pakistán más lejos de estos objetivos", añadió la autoridad.