BAGDAD.- Una fosa común con cuarenta cadáveres fue descubierta hoy al oeste de Ramadi, en la provincia de Al Anbar, según dijeron fuentes del ministerio del Interior iraquí.
Según las fuentes, los cadáveres son de personas que fueron secuestradas por la red terrorista Al Qaeda y posteriormente asesinadas.
Los cuerpos fueron hallados durante una operación que llevaron a cabo la Policía y miembros de clanes de Al Anbar en la zona de Al Zarazer, al oeste de la capital de la provincia de Al Anbar, feudo de la resistencia suní en Irak.
Aunque la aparición de cadáveres asesinados a sangre fría es algo corriente en las ciudades iraquíes, sobre todo en Bagdad, hace meses que no aparecían en Irak fosas comunes.
Por otro lado, al menos siete personas, entre ellos dos insurgentes, han muerto en las últimas 24 horas y otras seis han resultado heridas en distintos ataques en el país.
Las fuentes explicaron que un grupo de insurgentes atacó hoy una patrulla de soldados kurdos iraquíes ("peshmerga") y causó la muerte de tres de ellos.
Otros cinco kurdos resultaron heridos de diversa consideración en el ataque, que causó, además, abundantes daños en uno de los vehículos del convoy, que se dirigía de Bagdad a la región autónoma del Kurdistán.
En Baquba, capital de la provincia de Diyala, al noreste de Bagdad, un civil falleció anoche y otro resultó herido grave por el estallido de un artefacto explosivo.
Otro civil perdió la vida anoche por disparos de insurgentes en la zona de Behrez, en el sur de Baquba, agregaron las fuentes.
En otro incidente, dos insurgentes murieron ayer por el estallido de un artefacto explosivo mientras intentaban colocarlo en una carretera al norte de la ciudad de Al Jalis, 15 kilómetros al norte de Baquba.