CIUDAD DE MEXICO.- Un juez penal de la norteña ciudad de Monclova, Coahuila, pidió al papa Benedicto XVI procesar canónicamente al obispo de Saltillo, de la misma provincia fronteriza con Estados Unidos, al que acusó de atentar contra su moral y fama pública.
El juez Hiradier Huerta, quien llevó un caso de militares que violaron a mujeres trabajadoras de una zona de tolerancia, pidió al Papa castigar al obispo dominico Raúl Vera, según consta en un documento que entregó al Tribunal Supremo de la Asignatura Apostólica, en Roma, se informó hoy.
De acuerdo con la denuncia, el obispo Vera incurrió en "abuso de potestad eclesiástica", delito establecido en el apartado 1389-1 de la ley canónica.
Según el ordenamiento, "quien abusa de la potestad eclesiástica o del cargo debe ser castigado de acuerdo con la gravedad del acto u omisión, sin excluir la privación del oficio, a no ser que ya exista una pena establecida por ley o precepto contra ese abuso", recordó el juez en su denuncia.
El juez dijo que a lo largo del proceso judicial en contra de los soldados del Ejército mexicano, que fueron acusados de violar a 13 meseras, bailarinas y prostitutas, que derivó en sentencia condenatoria para cuatro de los 11 acusados, el obispo Vera "se ha encargado de manera reiterada de desestimar mi función e infamar al suscrito".
Citó como ejemplo que en una misa ofrecida, el obispo Vera "me tildó de rufián, prejuzgando sobre el fallo que tenía que emitir su servidor al día siguiente, en pleno apego a las constancias legales que obran dentro de los procesos penales".
Aseguró que Vera "inició una campaña mediática para desacreditar" su actuación judicial.
Según el juez Hiradier Huerta, el obispo Vera comentó desde el púlpito "a ver con qué nos sale el juez (...) esperamos que no salga con una tontería o con una sentencia rabona, pues si es así quiere decir que ese juez no sirve para nada".
Huerta también argumentó lo establecido en el canon 220 de la ley canónica, donde se menciona que "a nadie le es lícito lesionar ilegítimamente la buena fama de que alguien goza, ni violar el derecho de cada persona a proteger su propia intimidad".