TIFLIS.- La censura en periódicos y radios y la libertad de reunión suprimida dominaban el jueves el primer día de los georgianos bajo el estado de excepción decretado la víspera tras unos violentos enfrentamientos entre fuerzas especiales y manifestantes de la oposición.
En el centro de Tiflis, agentes antidisturbios fueron desplegados cerca del Parlamento, epicentro de la dura represión llevada a cabo el miércoles contra los opositores manifestantes.
Los policías, vestidos con uniformes de camuflaje, filtraban la entrada de peatones y vehículos en las grandes avenidas del centro de la capital georgiana, mientras que agentes municipales terminaban de limpiar la zona de los restos de los choques de la víspera.
En los pequeños comercios de la ciudad, las vendedoras tenían puestas sus televisiones en el único canal estatal que difunde informaciones, ya que a los restantes, entre ellos Rustavi 2, les ha sido prohibido difundir noticias.
El canal televisivo Imedi TV, cercano a la oposición, mantiene completamente interrumpidas sus emisiones desde que las fuerzas especiales irrumpieron el miércoles en sus locales.
La alcaldía de Tiflis también anunció restricciones en los transportes, sobre todo en el centro de la ciudad, con el objetivo de impedir una posible afluencia masiva de manifestantes.
Contrariamente a los rumores circulantes, el ministerio de Educación aseguró que los colegios permanecerán abiertos jueves y viernes.
El presidente georgiano, Mijail Saakachvili, decretó el miércoles el estado de excepción, que estará en vigor al menos 15 días en todo el país, y anunció la expulsión de varios diplomáticos rusos ya que consideró que Moscú alimenta los problemas en la república caucásica.
Asimismo, la policía georgiana dispersó violentamente, con golpes, gases lacrimógenos y balas de goma, a miles de manifestantes que desde hace seis días reclamaban la dimisión de Saakachvili.