LONDRES.- Cientos de personas fueron evacuadas de la costa este de Gran Bretaña el viernes, amenazada por las peores inundaciones en los últimos 20 años debido a una fuerte tempestad en el mar del Norte que también acecha a las plataformas petroleras frente a las costas de Noruega.
La Agencia Británica del Medio Ambiente advirtió de un "extremo peligro para las personas y propiedades" en partes de los condados de Norfolk, Suffolk, Kent y Essex cercanas a la costa, al tiempo que lanzó ocho avisos de inundaciones.
El primer ministro británico, Gordon Brown, convocó a primeras horas del viernes una nueva reunión de emergencia del comité Cobra, la segunda en 12 horas, mientras se cerró la Barrera del Támesis, que controla el nivel del agua en ese río que pasa por Londres.
"El gobierno está listo para ayudar a las comunidades locales", dijo Brown tras la reunión.
"Seremos capaces de evaluar lo que está ocurriendo durante las próximas horas", agregó.
En Holanda, la barrera gigante de 360 metros del puerto de Rotterdam seguía cerrada el viernes, tras su cierre a última hora del jueves, por primera vez desde su construcción en los años noventa.
Además, en el norte de Holanda --un país que tiene un tercio de su territorio bajo el nivel del mar-- se mantenían además las operaciones de vigilancia costera.
Asimismo, el gigante petrolero British Petroleum (BP) anunció el jueves el cierre de su plataforma de Valhall, situada en el mar del Norte, entre Gran Bretaña y Noruega, "durante algunos días" debido al mal tiempo.
La empresa estadounidense ConocoPhillips también cerró cinco plataformas en la zona petrolera de Ekofisk y las autoridades de Alemania emitieron alertas de inundación, sobre todo en las zonas de los alrededores de los ríos Elba y Ems.
El nivel de la oleada que se espera en las costas británicas roza los 2,7 metros, ligeramente inferior al que provocó en 1953 unas graves inundaciones, consideradas como uno de los peores desastres naturales en la historia británica en las que murieron varios cientos de personas.
Las cadenas de televisión ya mostraron numerosas carreteras sumergidas por las aguas en las zonas costeras.
La policía precisó que unas 500 personas pasaron la noche en refugios y escuelas. En todo caso, la Agencia de Medio Ambiente advirtió a los habitantes de la zona de que se mantengan alerta, escuchen las noticias y vigilen los sitios internet sobre información meteorológica.
Stewart Wortley, miembro de la Oficina de Previsiones Meteorológicas, señaló que la altura del oleaje esperado el viernes por la mañana "sólo se registra una vez cada 20 años". Sin embargo, el experto predijo que la fuerza de los vientos amainará durante el viernes.
Pese a los temores y advertencias, el portavoz de la Agencia de Medio Ambiente, Stewart Brennan, precisó no tener noticias "de ninguna propiedad inundada hasta el momento".
La televisión mostró imágenes de grupos de surfistas que aprovecharon a primeras horas de la mañana la fuerza del viento y las olas.
El ministro de Medio Ambiente, Hilary Benn, defendió las alertas lanzadas por el gobierno ante la posibilidad de inundaciones afirmando que es correcto prepararse para lo peor.