LONDRES.- El sultán de Brunei, uno de los hombres más ricos del mundo, ganó en Londres una batalla judicial para obligar a su hermano menor a devolver activos valorados en miles de millones de libras esterlinas.
El llamado "Consejo Privado" británico, tribunal de última instancia para esa antigua colonia británica, falló a favor del sultán en un caso que ha arrojado nueva luz sobre el "extravagante estilo de vida" de la familia real de Brunei, informa hoy el diario "The Daily Telegraph".
El tribunal ordenó al príncipe Jefri, de 51 años, que vive en el exilio en Londres y lleva tres años sin hablarse con su hermano mayor, el sultán Hassan Bolkiah, de 60, que le devuelva a éste su lujosa residencia de St. John's Lodge, en el Regent's Park, londinense.
Jefri tendrá también que devolver el hotel New York Palace, de Manhattan (Nueva York), el Bel-Air, de Los Ángeles, una propiedad lujosa en París, una mansión que tiene en Singapur así como joyas y dinero en efectivo.
El tribunal británico refrendó un acuerdo extrajudicial al que se llegó en 2000 y por el que el príncipe se comprometía a devolver 3.000 millones de libras (4.320 millones de euros) a la Agencia de Inversiones de Brunei (BIA), controlada por el sultán.
Ese acuerdo se alcanzó después de que el gobierno del sultán demandara al príncipe Jefri y a la BIA a raíz de las acusaciones según las cuales ése había defraudado al Estado por 8.000 millones de libras durante los 13 años en los fue ministro de Finanzas de ese pequeño Estado rico en gas y petróleo.
El príncipe se negó, sin embargo, a completar su parte del acuerdo tras acusar al sultán de haber incumplido también la suya al apoderarse de algunas propiedades en Brunei que el monarca había aceptado antes que siguieran en manos de su hermano menor.
La decisión del Consejo Privado ratifica, según el "Daily Telegraph", una sentencia de los tribunales de Brunei, donde el sultán reina como monarca absoluto desde 1962 y se ha declarado infalible como el Papa.
El monarca ha reescrito la constitución, que declara: "Su Majestad, el Sultán (...) no puede equivocarse nunca como persona privada ni en su capacidad oficial".
La Constitución de Brunei dice asimismo: "Ninguna persona podrá publicar o reproducir en Brunei o en ningún otro lugar nada que tenga el efecto de rebajar o afectar adversamente bien de manera directa o indirecta a la posición, dignidad, estatus, honor, eminencia o soberanía de su Majestad el Sultán".
A pesar de este último revés judicial, el príncipe Jefri está dispuesto a recurrir a los tribunales de los países donde podría verse desposeído de sus activos.
Un portavoz del príncipe Jefri comentó así la decisión del tribunal londinense: "Es un veredicto decepcionante por más que esperado. Hay que recordar que (el Consejo Privado), con sede en Londres, es el tribunal de última instancia de Brunei".
"No tiene por tanto posibilidad alguna de aplicar leyes distintas (de las de Brunei). Ahora nos centraremos en otras jurisdicciones, donde se aplican sistemas legales distintos", declaró.
Como parte del acuerdo de 2000, el príncipe Jefri organizó al año siguiente una subasta en Londres que incluía la venta de dos coches de bomberos Mercedes-Benz, varias sillas doradas estilo Luis XIV, una flota de camiones y 16.000 toneladas de mármol italiano.
También se subastaron numerosos objetos de cristal Baccarat y porcelana de Limoges, simuladores de vuelo de un Airbus A340, otro de un helicóptero de ataque Comanche y de Fórmula Uno, dos pianos de cola y hasta un estudio de grabación.
La larga batalla legal de los dos hermanos ha revelado también el lujoso estilo de vida del Sultán. Los documentos presentados al Consejo Privado señalan que el monarca transfirió en cuatro años 8.000 millones de dólares de las arcas del Estado a su cuenta bancaria personal.
Su palacio tiene 1.788 habitaciones y pasillos de mármol, y el sultán ha construido mezquitas con minaretes dorados, columnas de mármol de Carrara y señales de bienvenida decoradas con diamantes.