BOGOTÁ.- Una guerrillera a quien la justicia colombiana acusa de haber activado un carro bomba contra un destacamento militar, logró infiltrarse en un curso que el Ejército dicta a altos mandos y recibió el grado de manos del presidente Alvaro Uribe, informó el domingo la prensa local.
"La guerrillera burló todos los esquemas de seguridad y, lo que es más grave aún, se hizo de información privilegiada que compromete la seguridad nacional", aseguró la revista Semana, en su edición que comenzó a circular el domingo, sobre la participación de Marilú Ramírez en un curso de formación militar.
El hecho fue admitido la noche del domingo por el comandante de las Fuerzas Militares, general Freddy Padilla. "Ella vulneró el sistema de selección de la Escuela Superior de Guerra, pero fue el mismo trabajo de la inteligencia militar, el que permitió su captura", dijo el mando castrense.
Según la revista, Ramírez -a quien un juez acaba de condenar por rebelión y por ser la autora material de diversos actos terroristas- participó en 2005, en calidad de invitada, en un curso de formación que reciben los coroneles de las Fuerzas Armadas colombianas para ascender al grado de general.
"En las conferencias que recibió, Ramírez conoció en detalle la estructura de las Fuerzas Armadas, y ciertos planes de guerra que el Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea y la Policía tienen contra la guerrilla, el paramilitarismo y el narcotráfico", añadió la revista.
Según un militar citado por Semana, pero cuya identidad no trascendió, "lo más grave es que (la rebelde) tomó fotografías y grabó videos de guarniciones militares y policiales". "El 22 de noviembre de 2005 recibió el diploma que la acreditaba de manos del presidente Alvaro Uribe", añadió Semana.
Según un fiscal, la mujer es miembro de la Red Urbana Antonio Nariño de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas) y autora de un atentado con coche bomba a un complejo de instalaciones militares del norte de Bogotá, cometido el 19 de octubre de 2006, en el que 23 personas resultaron heridas.
La explosión destruyó ventanales de los edificios de la Universidad Militar, colindante con la Escuela Superior de Guerra y con la Escuela de Infantería, Artillería e Inteligencia, así como el centro de formación de los altos mandos, y los comandos de la XIII Brigada y de la V División del Ejército.