MADRID.- El Gobierno español cree que el Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, tiene interés en mantener el cruce de declaraciones con España, después de que el Rey Juan Carlos le dijera que se callara durante la reciente Cumbre Iberoamericana de Chile.
El ministro español del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, dijo hoy que Chávez cree que la polémica beneficia sus intereses y que, por eso, quiere seguir adelante con "este juego" de vincular a las autoridades españolas con el golpe de Estado que sufrió en 2002.
En una rueda de prensa, Pérez Rubalcaba lamentó que el Mandatario venezolano "siga con sus cosas" después del incidente en la clausura de la cumbre de Santiago, cuando el Rey de España le pidió callarse en un momento en que interrumpía la intervención del jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.
El Presidente español estaba exigiendo respeto para el ex Mandatario José María Aznar, a quien Chávez llamó "fascista" y acusó de estar relacionado con el golpe de Estado en Venezuela.
El ministro del Interior añadió que el Gobierno de España desea tener buenas relaciones con Caracas, pero advirtió que para que eso sea posible lo "razonable" es que Chávez respete al jefe del Estado español, al Presidente del Gobierno y a los ex Mandatarios.
Chávez insistió en las últimas horas en sus declaraciones y afirmó: "Que responda el Rey de España. Señor Rey, responda ¿sabía usted del golpe de Estado contra Venezuela, contra el Gobierno democrático, legítimo, de Venezuela en 2002?".
Desde las empresas españolas, que también han sido acusadas por el líder venezolano de auspiciar el golpe de Estado en su contra, se cerró hoy filas en torno al Rey y al Gobierno.
El Consejo Superior de Cámaras de Comercio, Industria y Navegación de España expresó su reconocimiento y apoyo al jefe del Estado y al Presidente del Gobierno por su "cerrada actitud en defensa del respeto, la honestidad y la dignidad de las personas, instituciones, empresas y empresarios españoles".
En un comunicado, las Cámaras reaccionaron así ante "los insultos recibidos por parte de algunos Mandatarios" en la última Cumbre Iberoamericana realizada en Chile, al tiempo que ratificaron el compromiso de las empresas españolas con el desarrollo económico y social de todos los países iberoamericanos.
También reiteraron su voluntad de continuar profundizando en el "mutuo respeto institucional" y en las necesarias condiciones de estabilidad política y seguridad jurídica, que hagan posible un mayor crecimiento económico y mayor cohesión social de todos los pueblos que integran la comunidad iberoamericana.