PARÍS.- La huelga de los transportes en Francia entró el jueves en su segundo día mientras los sindicatos se encaminan hacia una posible negociación para evitar un largo pulso sobre la reforma del sistema de pensiones, propuesto por el presidente Nicolas Sarkozy.
El miércoles, el ministro francés del Trabajo, Xavier Bertrand, acordó "un mes" de plazo a sindicatos y empresas para encontrar una solución al conflicto, al tiempo que aceptó la participación de representantes del Estado en las negociaciones sobre la reforma.
De su lado, Sarkozy estimó por intermedio de su portavoz que el conflicto "tiene que terminar lo antes posible" pues "las condiciones están reunidas" para que haya "negociaciones en cada empresa y en cada sector".
En los ferrocarriles, donde según la dirección el paro movilizó el miércoles a un 61,7% del personal, contra 73,5% en la primera huelga del 18 de octubre, seis de los ocho sindicatos llamaron a continuar el movimiento y este jueves habrá asambleas generales en los distintos centros de trabajo.
Los sindicatos también deberían pronunciarse este mismo día sobre las propuestas de Bertrand.
El martes en la noche, el líder de la Confederación General del Trabajo (CGT), el sindicato mayoritario en Francia, abrió el camino para salir de la crisis al proponer negociaciones tripartitas entre cada empresa, los sindicatos y el Estado, lo cual fue aceptado por el gobierno. Hasta ese momento, la CGT era partidaria de negociaciones globales a nivel nacional.
Las perturbaciones seguían siendo fuertes en trenes, metros, autobuses y tranvías, aunque en la mañana del jueves se registraban algunas mejorías con respecto al miércoles.
En cambio, con 277 km de atascos a las 07H00 locales (06H00 GMT), la circulación en las carreteras y autopistas que rodean la capital francesa era más difícil de lo de lo que había sido la víspera, dado que muchas personas que se habían quedado en casa el primer día volvieron a tomar el volante.
Según la empresa estatal de ferrocarriles, la circulación de los trenes seguirá estando "muy perturbada" pero con alguna "mejoría", con 150 trenes de alta velocidad de un total de 700, unos 50 de los 300 interprovinciales y uno de cada dos en la red interurbana de la capital y sus alrededores.
En el área metropolitana de París, la empresa de transporte urbano RATP preveía un metro de cada seis de promedio en todas las líneas. En cuanto a los autobuses y tranvías, el servicio será de más o menos un 30%.