BARGUNA.- El ciclón "Sidr" que azotó la costa de Bangladesh "cual jauría de demonios" causó la muerte de más de 3.100 personas, informaron las autoridades el lunes, mientras los sobrevivientes acongojados despidieron a sus seres queridos y esperaban la llegada de ayuda.
El saldo de muertes alcanzó 3.113 luego de que las autoridades en Dacca finalmente recibieron informes de las áreas rurales que habían quedado aisladas por las inundaciones en las carreteras y la caída de líneas telefónicas, dijo el teniente coronel Main Ula Chowdhury.
La prensa local dijo que más de 4.000 perdieron la vida y otros han calculado que sería aun más.
En Galachipa, una aldea de pescadores a lo largo de la costa, en el distrito Patuakhali, Dhalan Mridha y su familia habían ignorado el alerta de ciclón emitido por las autoridades.
"Nada va a pasar. Eso fue lo primero que pensamos, y nos fuimos a dormir. Pero antes de la medianoche los vientos comenzaron a soplar cual jauría de demonios. Nuestra pequeña cabaña fue arrancada del suelo como un trozo de papel y todos corrimos a refugiarnos", dijo Mridha, un campesino de 45 años, mientras lloraba.
Cuando se dirigía a un refugio, Mridha quedó separado de su esposa, su madre y sus dos hijos. A la mañana siguiente encontró los cadáveres de todos ellos en medio de un matorral, a lo largo de la costa.
En el área costera abundan esos sombríos relatos luego del paso del ciclón "Sidr", el peor que afecta a Bangladesh en una década. Muchas familias debieron enterrar a sus seres queridos en la misma fosa pues no había hombres sobrevivientes capaces de cavar tumbas separadas.
La Sociedad de la Media Luna Roja de Bangladesh, el equivalente islámico de la Cruz Roja, advirtió que la cifra de fallecidos podría llegar a los 10.000 una vez las cuadrillas de rescate lleguen a las islas circundantes.
El presidente de la sociedad, Mohamad Abdur Rob, dijo que la cifra provenía de evaluaciones de millares de voluntarios que participaron en tareas de rescate en toda la región afectada.
Equipos de las organizaciones internacionales de ayuda trabajan con las autoridades en un amplio esfuerzo que atrajo asistencia desde todo el mundo. Pero los bienes enviados, como carpas, arroz y agua, han tardado en llegar a muchas personas.
Miles de sobrevivientes permanecen aislados, pues las precarias carreteras estaban bloqueadas por árboles caídos, tejados metálicos y barro.
"Sidr" destruyó decenas de miles de viviendas en el suroeste de Bangladesh y arruinó los cultivos justo antes de la temporada de cosechas en esta empobrecida nación.
Más de un millón de aldeanos en la zona costera debieron abandonar sus viviendas y dirigirse a albergues emplazados por el gobierno.