WASHINGTON.- La mayoría de los periodistas estadounidenses que trabajan en Irak consideran “demasiado peligroso para visitar” la mayor parte del país, incluida la mitad de la capital, Bagdad, y describen las condiciones de su trabajo como las más peligrosas que han encontrado nunca.
Según un sondeo del Pew Research Center, instituto de investigación sociológica independiente con sede en Washington, los entrevistados, la mayoría veteranos corresponsales de guerra, reconocen que no pueden abandonar la llamada zona verde de Bagdad por lo que confían el trabajo en el exterior a sus colegas iraquíes.
El estudio revela que los periodistas iraquíes no pueden portar ningún tipo de equipo que delate su condición de periodistas de un medio occidental -ni siquiera un bloc de notas- por temor a ser asesinados, miedo que hace que algunos ni siquiera revelen su trabajo a sus propios familiares.
Los 111 periodistas estadounidenses de 29 medios de comunicación norteamericanos, salvo uno, que contestaron el cuestionario entre el 28 de septiembre pasado y el 7 de noviembre han trabajado en 2007 en Irak, donde han pasado al menos siete meses, de forma ininterrumpida o en periodos más cortos, desde que comenzó la invasión norteamericana en 2003.
La mayoría, ocho de cada diez, cree que las condiciones para informar han empeorado con el transcurso del tiempo e igualmente tienen una opinión favorable del programa para periodistas "empotrados” del Ejército estadounidense, porque, según admiten, ofrece una perspectiva limitada pero con acceso a información que no obtendrían de otro modo.