PARÍS.- El Presidente francés Nicolas Sarkozy visitó este miércoles en la mañana, a su regreso de China, la comuna de Villiers le Bel, del extrarradio parisino, escenario de graves enfrentamientos entre jóvenes y fuerzas del orden a comienzos de semana.
Sarkozy también fue a un hospital en las inmediaciones, para visitar a un comisario de policía internado en el establecimiento después de haber resultado gravemente herido en los incidentes el domingo en la noche.
"Los responsables de haber disparado contra funcionarios de policía serán puestos a disposición de la justicia en lo criminal" por "tentativa de asesinato", declaró Sarkozy.
En Villier le Bel, la comuna al noroeste de París donde estallaron los incidente el domingo en la noche después de la muerte de dos jóvenes en la colisión de una moto con uno coche policial, la noche del martes al miércoles fue "mucho más tranquila", según las autoridades locales.
Durante las dos noches precedentes, unos 130 policías resultaron heridos, sobre todo por tiros de perdigones.
Importantes fuerzas de policía fueron movilizadas, con unos mil hombres desplegados en Villiers le Bel, según una fuente policial.
"Vamos a ubicar a los que dispararon", prometió Sarkozy. "Utilizaremos los medios que sea necesario, pues los responsables tendrán que dar cuenta ante la justicia de nuestro país".
"Es algo que no se puede aceptar, más allá del drama de la muerte de los dos jóvenes en moto", agregó.
Poco más tarde, el mandatario debía recibir en el palacio presidencial del Elíseo a las familias de los dos jóvenes muertos el domingo en la noche, en la colisión entre la moto en que viajaban y una patrulla policial.
De su lado, la ministra del Interior Michèle Alliot-Marie, destacó que el dispositivo policial en Villiers le Bel será mantenido "mientras sea necesario" y que los "delincuentes" pueden estar seguros que no habrá "ninguna tolerancia".
"Cuando se dispara con armas de caza, en tiro directo, contra los policías, es evidente que se trata por lo menos de herir, y quizás más. Es algo que no se puede aceptar", declaró la ministra a una radioemisora.
"Sea cual fuese la causa o la razón, está claro que son pretextos de algunos para arreglar ciertas cuentas o para ocultar actividades que son totalmente delictivas", afirmó la ministra.
