PEKÍN.- Un trabajador inmigrante chino se prendió fuego como protesta contra su jefe, que se negaba a pagarle su sueldo en la ciudad sureña de Shenzhen, informó hoy la agencia oficial, Xinhua.
Yang Zengchao, de 23 años, que trabajaba en una fábrica de bolsos de mano, se roció con nafta y se prendió fuego en el despacho del gerente de la empresa el pasado domingo.
El joven y su mujer, Liu Xiaoli, de 21 años, empezaron a trabajar en la fábrica el pasado día 8 y decidieron regresar a su provincia natal de Yunnan (suroeste) después de recibir la noticia de que su hijo estaba enfermo.
La pareja exigió al gerente que les pagara 1.000 yuanes (unos 135 dólares o 91 euros), pero el jefe insistió en que sólo les pagaría tras haber trabajado un mes entero, aunque no se había firmado ningún contrato entre ambas partes.
Según las autoridades locales, Yang habría cometido la acción para intentar intimidar a su jefe, no con la intención de matarse, aunque el buró de trabajo y seguridad social de la provincia están investigando los hechos.
El herido está siendo tratado en un hospital, donde los médicos han diagnosticado que Yang tiene quemaduras en el 90 por ciento de su cuerpo, por lo que una infección podría poner en riesgo su vida.
El tratamiento inicial tendrá un coste de más de un millón de yuanes, que serán cubiertos por el hospital, aunque la pareja deberá devolver el importe.
La mujer de Yang dijo que en los cuatro días que lleva su marido ingresado, el gerente de la fábrica no ha ido a verlo. “Estoy muy decepcionada y espero que el Gobierno nos ayude a conseguir justicia".