MOSCÚ.- El Presidente Vladimir Putin firmó hoy la ley que suspende la participación de Rusia en un tratado de armas clave creado tras la Guerra Fría, una decisión que podría permitirle desplegar más fuerzas cerca de Europa Occidental.
La moratoria de Putin al Tratado sobre las Fuerzas Convencionales en Europa (FCE) se produce tras meses de una retórica cada vez más agresiva dirigida contra Occidente antes de las elecciones parlamentarias el domingo, y una votación presidencial en marzo próximo.
"El presidente Putin firmó la ley federal sobre la suspensión del Tratado de Fuerzas Convencionales en Europa", dijo el Kremlin en un breve comunicado. El proyecto fue aprobado por el Parlamento este mes y necesitaba la firma del presidente para convertirse en ley.
Estados Unidos, la Unión Europea y la OTAN habían instado a Putin a no suspender el tratado, considerado como un principio básico de la seguridad europea.
Pero Putin, que ha tratado de restablecer la autoridad del Kremlin tras el caos que acompañó a la caída de la Unión Soviética, contestó que los miembros de la OTAN no habían ratificado una versión enmendada del pacto y habían realizado una demostración de fuerza cerca de las fronteras rusas.
La suspensión, que entrará en vigor a partir del 12-13 de diciembre, permitirá a Moscú reforzar la presencia militar en sus fronteras occidental y meridional, aunque algunos generales rusos han dicho que esto no se producirá inmediatamente.
Los sondeos demuestran que esta posición de firmeza de Rusia está en sintonía con millones de rusos, que echan de menos el antiguo estatus de superpotencia de la Unión Soviética.
Putin también se ha enfrentado a Estados Unidos y la Unión Europea por los planes de construir un escudo antimisiles en Europa, y la independencia propuesta para la provincia separatista serbia de Kosovo.
Firmado en 1990 y actualizado en 1999, el tratado de FCE limita el número de tanques de combate, artillería pesada, aviones de combate y helicópteros de ataque desplegados entre el Atlántico y los Urales rusos.
Fue negociado originalmente entre los entonces 22 miembros de la OTAN y el Pacto de Varsovia, y Rusia dice que es anacrónico.
Moscú alega que ha sido utilizado por una OTAN ampliada para limitar los movimientos militares rusos, mientras la Organización acumula fuerzas cerca de Rusia transgrediendo acuerdos anteriores.
Los socios occidentales se han negado a ratificar una versión enmendada del pacto hasta que Rusia retire sus fuerzas de Georgia y Moldavia como prometió en 1999, cuando el tratado fue revisado.
(Reporte de Guy Faulconbridge, traducida por Servicio Online de Madrid; editado por Hernán García)