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Santiago: Lunes 25 de noviembre del 2024 | Actualizado 02:05
BERLÍN.- El caso de una mujer de 64 años que la semana pasada dio a luz una niña tras someterse a una fecundación artificial con un óvulo donado y el esperma de su marido, ha causado sensación en Alemania después de que el médico que la atendió diera hoy a conocer algunos detalles.
La mujer, convertida ahora en la parturienta de más edad en Alemania, será dada de alta esta semana de la clínica de Aschaffenburg (sur), explicó Elias Karami a los periodistas que esperan desde ayer noticias sobre el caso, ya que en Alemania está prohibida la donación de óvulos y la pareja recurrió a un óvulo donado en el extranjero.
Tanto ella como la niña -que al nacer pesó 2.100 gramos y midió 46 centímetros- se encuentran en buen estado de salud, explicó el médico.
Karami decidió practicar una cesárea el jueves pasado para "evitar riesgos", aunque calificó el embarazo de "normal", porque su paciente -dijo- estaba sana y no tomaba medicamentos de ningún tipo.
Ante el debate suscitado por los aspectos éticos y humanos de una maternidad tan tardía, Karami explicó que quiso satisfacer el deseo de su paciente de ser madre después de que ésta sufriera varios abortos. "La mujer vino a mí, buscando ayuda, y como médico que soy es lo que me corresponde hacer", argumentó.
El padre, también de 64 años, no estuvo presente durante el parto, ya que se encontraba en ese momento fuera de Alemania.
Karami no reveló de dónde procede el óvulo donado que fecundaron con el esperma de su marido, pero sí dijo que suponía que era de una mujer de unos 25 años. Asimismo, el médico sostuvo que -según su experiencia- una donación de este tipo cuesta entre 8.000 y 12.000 euros. Añadió, sin embargo, que la pareja desconoce la identidad de la donante.
En la clínica de Ziegelberg, en Aschaffenburg, donde los periodistas esperan ansiosos la salida de la madre con edad de ser abuela, no quisieron revelar más detalles sobre el caso, que ha despertado tanta expectación.
En Alemania, como en la vecina Austria, donde también este año parió una mujer de 66 años, está prohibida la donación de óvulos y las madres de alquiler, mientras que la fecundación artificial está sometida a una legislación muy estricta.
Después de que una rumana diera a luz a una niña en enero del año pasado y una española tuviera gemelos en diciembre -ambas a los 67 años-, y el caso de la austríaca de 66 años, el de Alemania es el tercer caso de una de madre de edad avanzada, cuyos hijos llegarán a la adolescencia cuando sea ya octogenaria.
