BOGOTÁ.- El gobierno colombiano pedirá al Presidente francés, Nicolas Sarkozy, que participe en una reunión en Colombia con las FARC, que Bogotá busca para tratar un canje de rehenes por rebeldes presos, reveló este martes un miembro de la comisión de paz del Congreso.
La decisión fue comunicada por el Presidente Álvaro Uribe a los miembros de la comisión de paz de la Cámara de Representantes, con los que se reunió hoy temprano en la Casa de Nariño (sede presidencial), señaló Mauricio Lizcano, integrante de ese grupo.
Para formular la invitación a Sarkozy, el Alto Comisionado de Paz del gobierno colombiano, Luis Carlos Restrepo, viajará esta noche a París, agregó el congresista.
"Francia es un socio estratégico (por ello) el comisionado viajará a Francia a pedirle al Presidente Sarkozy, o a un delegado suyo, que acompañe esa reunión con las FARC", precisó Lizcano.
La iniciativa supone un intento de Bogotá de negociar el canje directamente con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), dos semanas después de haber cesado la mediación del Presidente venezolano, Hugo Chávez, y de la senadora opositora Piedad Córdoba.
En la reunión con los legisladores, el gobierno presentó el borrador de un marco jurídico para el intercambio humanitario, en el que advierte que los rebeldes a excarcelar deben desmovilizarse o comprometerse a no volver a la guerrilla, a cambio de lo cual se les suspendería condicionalmente las penas.
"Sólo de esta manera aseguramos que los actos humanitarios funcionen como caminos de paz y no como medios para el fortalecimiento del terrorismo", agrega.
El texto no menciona la posibilidad de una zona desmilitarizada, como exigen las FARC para negociar allí el pacto, y advierte que "un acto humanitario no puede confundirse con un acto de claudicación institucional que debilite la autoridad democrática y potencie el terrorismo".
El gobierno colombiano y las FARC buscan canjear a un grupo de al menos 45 rehenes, entre ellos la ex candidata presidencial colombo-francesa, Ingrid Betancourt, y los estadounidenses Thomas Howes, Marc Gonsalves y Keith Stansell, por unos 500 rebeldes presos.
En el grupo se encuentran también varios políticos, militares y policías colombianos, algunos de ellos secuestrados desde hace casi diez años.
Además del retiro de tropas de dos municipios del suroeste del país, las FARC exigen que los insurgentes que sean liberados se reincorporen a la guerrilla, dos solicitudes que el gobierno rechaza.