MANILA.- Un total de 14 miembros del grupo islamista Abu Sayyaf fueron condenados el jueves a cadena perpetua por el secuestro en Filipinas en 2001 de un grupo de turistas y la muerte de cinco de esos rehenes, entre ellos dos estadounidenses, informaron fuentes judiciales.
Tras 6 años de juicio, los miembros del grupo rebelde fueron condenados por ese secuestro, que tuvo lugar en la isla de Palawan (oeste).
Los insurgentes de Abu Sayyaf capturaron al grupo y lo condujeron a su feudo, en la isla de Basilan.
Tras 13 meses de caza al hombre, en junio de 2002 el ejército filipino organizó una operación de rescate con la ayuda de consejeros militares estadounidenses.
Pero esa operación acabó mal: los secuestradores decapitaron a Guillermo Sobero, uno de los rehenes estadounidenses, mientras que el misionero también estadounidense Martin Burnham y otros tres rehenes murieron en el operativo de rescate.
La viuda del misionero, Gracia Burnham, una de las rehenes que resultó herida durante el rescate, volvió a Filipinas para testificar en el juicio contra sus secuestradores.
Abu Sayyaf reivindicó también el atentado más sangriento en la historia de Filipinas: un incendio provocado en un barco frente a Manila, en febrero de 2004, que costó la vida a 116 personas.
El grupo islamista filipino se especializó en secuestros de extranjeros y cristianos con peticiones de rescate.
Las autoridades de Manila acusan a los rebelde de estar relacionados con la organización islamista regional Jamaa Islamiya (JI). Esta última está acusada de haber fomentado el atentado que causó 202 muertos en la isla indonesia de Bali en 2002.