OMAHA.- Robert Hawkins, el joven que ayer asesinó a ocho personas en un centro comercial de Nebraska y luego se suicidó, había llamado poco antes a la propietaria de su vivienda para anunciarle que pensaba quitarse la vida, reveló ella hoy.
Hawkins había llamado a la mujer, Debora Maruca-Kovac, para agradecerle por toda su ayuda y decirle que la quería mucho, y para avisarle que había dejado una nota de suicidio, reveló Maruca-Kovac.
Ella, sin embargo, dijo que no creyó que él iba a hacerle daño a nadie más.
"Dijo que amaba a su familia y a sus amigos, y que lamentaba ser una carga para todos, y que él era un pedazo de m... y que ahora sería famoso", dijo Maruca-Kovac al canal de televisión CBS.
"Yo temí que quizás se suicidaría, pero no tenía idea de que iba a lastimar a tanta otra gente", reveló.
Hawkins mató a ocho personas con un rifle en el centro comercial Westroads Mall, que estaba atestado de gente debido a la temporada navideña. Era un joven atribulado: su novia lo había dejado y había sido despedido de su empleo. Tenía prontuario policial y había abandonado o había sido expulsado de la casa de sus padres.
El director de la policía, Thomas Warren, dijo que las víctimas fueron escogidas al azar, y que murieron cinco mujeres y cuatro hombres, entre ellos el agresor.