Madre de niños hallados muertos en Alemania confiesa haberlos asesinado

DARRY.- La madre de los cinco niños que fueron hallados muertos en la localidad alemana de Darry, confesó hoy haberlos asesinado, informó la policía.

La mujer, de 31 años, admitió ante un médico del hospital psiquiátrico en el que fue internada, que fue ella la que mató a los cinco hermanos, todos varones de entre 3 y 9 años, sedándolos primero con un somnífero para después asfixiarlos.

Ayer, la policía descubrió los cuerpos de los cinco menores, todos juntos uno al lado del otro en una habitación de la casa en la que vivían. La madre fue arrestada e internada en una clínica psiquiátrica. Fue ella misma la que había alertado a la policía sobre la tragedia.

La autopsia de los cadáveres confirmó que los niños fueron asfixiados, informó hoy el fiscal encargado de investigar el caso, Uwe Wick, en Kiel, la capital del estado.

"La mujer ha sido acusada formalmente del cargo de múltiple asesinato, pero no está en sus cabales por lo que no es imputable de plena culpabilidad", dijo Wick, quien agregó que la madre deberá quedar internada bajo estricto tratamiento psiquiátrico.

Los primeros indicios sobre los problemas psíquicos de la mujer habían sido canalizados a la asistencia social local en agosto, través de informaciones de uno de los padres de los niños, quien comentó de fantasías religiosas que tenía la mujer. El hombre había vivido en la casa de Darry hasta un día antes del infanticidio, dijo un alto funcionario municipal.

Funcionarios de la asistencia social y del organismo local de protección al menor que seguían el caso y que habían dictaminado que no había un alto riesgo al respecto, tenían una cita con la madre justamente el día de la tragedia.

El pueblo de Darry, cercano a la costa del Mar Báltico y de la frontera danesa, seguía hoy en estado de shock. La tragedia familiar se produjo el mismo día en el que la policía había detectado otro caso de infanticidio, cuando encontró los cuerpos sin vida de tres menores en un balcón en la localidad de Plauen, en el este del país.

La escuela y la guardería infantil del pueblo de 450 habitantes a la que iban los hermanos, hoy no abrió sus puertas. Los escolares, padres y pedagogos fueron atendidos por psicólogos y asistentes.

"Tenemos además a cuatro pastores y un psicólogo de menores que están con los compañeros de escuela de las víctimas", explicó visiblemente afectada Andrea Danker-Isemer, la directora de la escuela a la que asistían los dos hermanos mayores.

Vecinos de la familia así como compañeros de clase y maestros desmintieron que los chicos hayan ido a la escuela desaliñados, tal como afirmaron hoy algunos diarios sensacionalistas. Tampoco es cierto que hayan llevado alimentos en mal estado.

"Se podía ver que no vivían una situación acomodada, pero no se puede decir que hayan sido descuidados", dijo una niña vecina de 11 años, que solía acompañar a la escuela a los dos varones mayores, Justin y Jonas.

"Una vez, uno de los dos fue a la escuela en pantuflas, pero sólo porque se había olvidado de cambiarse los zapatos", agregó la escolar.

La madre y los cinco menores se habían mudado a Darry hace apenas tres meses. Vivían solos, en una casa con jardín, en el que hoy se seguían viendo los juguetes.

Versiones no confirmadas señalan que la mujer había tenido tres hijos con un hombre, aparentemente un estadounidense, y dos con otro. Se había separado de ambos y en la actualidad no tenía pareja.

Mientras a los niños se los solía ver jugando y alborotando en el jardín, la madre vivía prácticamente recluida.