BOGOTÁ.- Unas quinientas personas iluminaron hoy con velas navideñas un parque del norte de Bogotá, en el acto central de una jornada nacional de solidaridad con las familias de colombianos secuestrados y desaparecidos.
El parque de Usaquén fue el escenario de esta manifestación, convocada por la Fundación País Libre, con el apoyo de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), la Iglesia Católica, la Comunidad Luterana de Colombia y otros credos.
La jornada es la tercera anual que organiza País Libre, que en esta ocasión invitó a los colombianos a que, en coincidencia con la apertura de las celebraciones de Navidad, encendieran una luz como "símbolo de esperanza y expresión de solidaridad” con las víctimas de secuestro y desaparición forzada.
A pesar de su carácter global, la actividad tuvo como centro el caso de los 45 secuestrados con fines de canje por la guerrilla de las FARC, caso sobre el que el presidente colombiano, Álvaro Uribe, abrió hoy una nueva posibilidad de solución.
Uribe anunció que había aceptado la propuesta de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) de establecer una “zona de encuentro" para que delegados del Ejecutivo y las FARC se sienten a negociar el acuerdo humanitario al que los rebeldes condicionan la puesta en libertad de los rehenes, a cambio de unos 500 subversivos presos.
"Lo estábamos necesitando, y qué bueno que se dio", dijo a la prensa Clara González de Rojas, quien concurrió al parque de Usaquén para clamar por la liberación de Clara Rojas, su hija, y la entrega del Emmanuel, nieto al que ella no conoce, porque nació durante la cautividad de su madre.
Clara Rojas está en manos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) desde febrero de 2002, cuando fue tomada rehén junto a la ex candidata presidencial Íngrid Betancourt, también nacional francesa y de quien era fórmula electoral, como aspirante a la Vicepresidencia.
La jornada bogotana incluyó un celebración ecuménica a cargo de los líderes religiosos que la apoyaron y que concurrieron para enviar “un mensaje de fortaleza y acompañamiento” a los secuestrados y desaparecidos.