BEIRUT.- Un Líbano en duelo nacional despedía el viernes a François El Hajj, el general asesinado el miércoles en un atentado con coche bomba cerca de Beirut.
Bajo la lluvia, el féretro envuelto por la bandera libanesa fue transportado a primeras horas de la mañana desde la morgue hasta su domicilio familiar en Baabda, el barrio cristiano de las afueras del este de Beirut donde se perpetró el atentado en su contra, en el que también murió su guardaespaldas.
La multitud congregada ante el domicilio de El Hajj tiró pétalos de rosa al ataúd, que llevaron en hombros varios militares al son de la marcha fúnebre interpretada por una banda del ejército.
El funeral de Estado se celebrará en la basílica de Harissa, al noreste de la capital libanesa, y a continuación el féretro será trasladado al pueblo natal del general, Rmeich, en el sur de Líbano, cerca de la frontera con Israel.
Las autoridades decretaron una jornada de duelo nacional y las escuelas y universidades permanecían cerradas.Muy cercano al jefe de las Fuerzas Armadas, Michel Sleimane, El Hajj, de 54 años era jefe de operaciones del ejército y se perfilaba como el sustituto de Sleimane en caso de que éste sea elegido presidente del país.
El asesinato de El Hajj, condenado por la comunidad internacional, es el último de una serie de atentados contra personalidades y políticos anti-sirios perpetrados en Líbano desde 2004 en los que hasta ahora murieron ocho personas, entre ellos el ex primer ministro Rafic Hariri, en febrero de 2005.
El asesinato del general llega mientras la mayoría anti-siria y la oposición pro-siria mantienen sus divergencias sobre cómo enmendar la Constitución para que Sleimane pueda acceder a la jefatura del Estado y sobre la composición del futuro gobierno.
Se trata del primer atentado contra un miembro del Ejército, considerada como la única institución sólida y unida de Líbano, que vive actualmente la peor crisis política desde el final de la guerra civil (1975-1990).