BRASILIA.- El presidente de Brasil Luiz Inácio Lula de Silva sufrió la peor derrota ante el Senado, ya que éste rechazó la propuesta para prorrogar por dos años el impuesto llamado Contribución Provisional sobre los Movimientos Financieros (CPMF) conocido como el impuesto al cheque cuya vigencia concluía el próximo 31 de diciembre y que suponía el ingreso de unos 22 mil 472 millones de dólares anuales en los cofres del Estado.
La votación se produjo tras siete tensas horas de debate y golpes de escena. El Gobierno de Lula, al que apoyan 13 partidos, tenía los votos suficientes para derrotar a la oposición y aprobar la prórroga, pero siete de los senadores de las bases del Gobierno se unieron a la oposición, a pesar de las mil promesas y ofertas de todo tipo que llovieron sobre ellos.
Lula hizo de todo para salvar la continuidad de la CPMF. Movilizó a todo el Gobierno, presionó a los gobernadores de los partidos de la oposición para que presionaran a los senadores. Incluso llegó a pedir ayuda a la misma oposición.
Una de las críticas de la oposición es que la recaudación de la CPMF, que originalmente, cuando fue creada en 1993, era un impuesto dedicado exclusivamente a financiar la sanidad, se había desvirtuado y el Gobierno la usaba para otros fines, consignó El Pais.