PYONGYANG .- Corea del Norte respondió a la carta que recibió del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, comprometiéndose a desarmarse, según informó la agencia de noticias surcoreana Yonhap.
Sin embargo, condicionó esta decisión a que Washington se comprometa a firmar un acuerdo internacional sobre energía nuclear. En la carta sin precedentes que el presidente Bush envió a comienzos de mes, aseguraba tener la esperanza de que el líder de Corea del Norte, Kim Jong Il, cumpliese su promesas de deshacerse de las armas nucleares.
También expresó, en el primer contacto entre ambos líderes, su fuerte deseo de solucionar la disputa armamentística. La carta fue vista como un intento norteamericano de estrechar los lazos con Corea del Norte, país del que Bush dijo una vez que formaba parte de un "eje del mal".
Pyongyang, que comunicó recientemente a Estados Unidos, a través de su delegación de la ONU en Nueva York, su "agradecimiento" por la carta recibida, prometió cumplir sus "obligaciones" en el trato, siempre que Washington cumpla su parte del acuerdo.
Las acciones norcoreanas comenzaron el mes pasado, cuando cortaron su producción de plutonio, bajo la supervisión de expertos norteamericanos. Washington, a cambio accedió a normalizar la relación, retirando al país asiático de la calificación de terrorista e intercambiando sus listas negras.
La relación parece haber sufrido un pequeño retroceso en los últimos días, pues el portavoz del Gobierno estadounidense Trey Bohn prefirió no hacer ningún comentario sobre la respuesta norcoreana. Desde la Casa Blanca se esperaba una respuesta más clara y emitida por el propio presidente Kim.