GINEBRA.- Los miembros del Consejo de los Derechos Humanos de la ONU, decidieron el viernes continuar ejerciendo presión sobre las autoridades de la ex Birmania, invitando al enviado especial de la ONU Paulo Sergio Pinheiro, a investigar de nuevo en el país.
En una resolución adoptada por consenso, el Consejo invitó a la junta militar a liberar a todos los prisioneros políticos y a garantizar el pleno respeto a las libertades y dar acceso sin trabas a las organizaciones humanitarias.
El texto, presentado por la Unión Europea, pide al enviado especial de la ONU sobre la ex Birmania que haga rápidamente una visita de seguimiento "con fin de evaluar más en detalle las violaciones de los derechos humanos" durante la represión de las manifestaciones de finales de septiembre.
Pinheiro, que podrá ser asistido por un equipo de expertos, deberá presentar su informe en el transcurso de la próxima sesión del Consejo, en marzo. Al menos 31 personas murieron y 74 desaparecieron durante la represión de finales de septiembre en Birmania, de un movimiento de protesta que surgió de los monjes budistas, según el informe de Pinheiro, presentado esta semana delante del Consejo de Derechos Humanos en sesión, en Ginebra.
Además, 653 personas fueron arrestadas, según el informe de Sergio Pinheiro, que investigó en el lugar del pasado 11 al 15 de noviembre. "Varias informaciones sobre los muertos indican que las cifras proporcionadas por las autoridades están ampliamente subestimadas", según las informaciones aportadas por el enviado especial a ese país.