LONDRES.- La reina Isabel II de Inglaterra y su esposo, el duque Felipe de Edimburgo, dijeron estar "encantados" por el nacimiento de su octavo nieto, el segundo hijo del príncipe Eduardo y la condesa Sophie de Wessex.
La monarca y su esposo dijeron sentirse muy contentos con la llegada del nuevo integrante a la Familia Real, que nació ayer pocos días antes de las tradicionales celebraciones reales de Navidad en el castillo de Sandringham, en el centro de Inglaterra.
Por su parte, los condes de Wessex informaron que están acostumbrándose a su "hermoso, adorable" bebé, que nació ayer por cesárea a las 16:20 horas locales en un hospital del sur de Inglaterra.
El peso del niño, cuyo nombre aún no se ha dado a conocer, fue de 2,8 kilos, según informaron fuentes hospitalarias.
El príncipe Eduardo declaró a la prensa que él y su esposa pasarán unos días con el recién nacido antes de decidir un nombre.
"Estamos absolutamente maravillados con la llegada de nuestro segundo hijo", dijo el conde fuera del hospital Frimley Park de Surrey, donde nació el bebé real.
Eduardo agregó que la llegada de su segundo hijo "fue mucho más calma que la vez anterior".
"Sophie está muy bien, pero obviamente tendrá que permanecer aquí por varios días, recuperándose de la experiencia, pero en general está muy bien", afirmó el menor de los hijos de Isabel II.
Tras pedírsele que describa a su hijo, el príncipe comentó: "Pequeño, bello y cariñoso".
"No sabíamos si iba a ser niña o niño. Tenemos que acostumbrarnos primero a él para poder elegirle un nombre", comentó el padre del recién nacido.