MADRID.- El líder libio, Muammar Jaddafi, se despidió hoy de España aludiendo a dos de los temas que más preocupan a los españoles: el terrorismo y la inmigración. En un discurso improvisado en un almuerzo que le ofrecieron los reyes Juan Carlos y Sofía, instó a España y a Libia a afrontar los retos conjuntamente.
Tras cuatro días en España -dos de visita privada en Andalucía, en el sur, y dos de visita oficial en Madrid- Jaddafi aseguró que todos los terrorismos son iguales.
"Es el mismo terrorismo el de aquí que el de allí" y pretende acabar con la estabilidad de los países sin "preocuparse en absoluto por los intereses de los pueblos", dijo el líder africano, dos semanas después de que la organización separatista vasca ETA cobrara sus dos primeras víctimas mortales en casi un año.
El rey Juan Carlos coincidió con él. "En un momento cada vez más interdependiente, la seguridad es otro reto compartido que requiere de la cooperación internacional, también para la prevención y la lucha contra el abominable azote del terrorismo", dijo el monarca.
Sobre la inmigración, Jaddafi abogó por una organizada desde África a Europa y pidió inversiones europeas en su continente para paliar la falta de posibilidades que lleva a muchos africanos a emigrar irregularmente. España seguirá impulsando un "refuerzo significativo de cooperación internacional en los países de origen, tránsito y destino", dijo el rey Juan Carlos.
Con el almuerzo que le ofreció el monarca y la reina Sofía, Jaddafi dio por concluida la primera visita oficial a España en los 32 años que lleva al mando de Libia, y en la que abrió expectativas de proyectos conjuntos entre empresas españolas y libias por valor de unos 17.000 millones de dólares.
Pese a que el líder libio agradeció hoy la acogida que le han dispensado los españoles y, al recibir la llave de oro de la ciudad en el ayuntamiento de Madrid, aseguró no haberse sentido estos días en España en "un país extranjero", lo cierto es que su estadía en el país suscitó críticas de algunos sectores, aunque no llegaron al nivel de las que despertó en Francia, donde realizó una visita oficial la semana pasada antes de llegar a España.
Los concejales de Izquierda Unida (IU) en el ayuntamiento de la capital no acudieron a la entrega de las llaves de la ciudad a Jaddafi. Y los editoriales de los principales diarios nacionales españoles criticaron hoy que el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero haya recibido a un "dictador" y sacrificado su defensa de los derechos humanos por conseguir contratos para las empresas españolas.
Jaddafi recibió hoy a representantes de éstas en su jaima instalada frente a la fachada principal del Palacio del Pardo, la residencia de los mandatarios que visita oficialmente España.
Ayer se reunió con Zapatero, con el que firmó un acuerdo de promoción y protección recíproca de inversiones, y un acuerdo marco de cooperación política y económica que abrió la puerta a posibles proyectos conjuntos por 17.000 millones de dólares.
