MADRID.- Cientos de miles de personas se congregaron hoy en el centro de Madrid para defender del modelo tradicional de la familia, en un acto convocado por la Conferencia Episcopal Española y los movimientos cristianos.
Encabezados por el presidente del episcopado, Ricardo Blázquez, 40 obispos asistieron a esta concentración, que tuvo por lema "Por la familia cristiana", en la que también participó desde Roma en videoconferencia el papa Benedicto XVI.
El arzobispo de Valencia, el cardenal Agustín García-Gasco, lanzó duras críticas contra la política del Gobierno español, presidido por el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, que en esta legislatura aprobó el llamado "divorcio exprés" y la ley de matrimonios homosexuales, que permite también la adopción a parejas del mismo sexo.
El cardenal afirmó además que los ataques a la familia cristiana no respetan la Constitución y conducen "a la disolución de la democracia".
"La cultura del laicismo radical es un fraude y un engaño, no construye nada, sólo desesperanza por el camino del aborto y del divorcio exprés", añadió García-Gasco.
En la misma línea, el arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares, dijo que las familias están siendo sacudidas en sus cimientos por "graves amenazas" mediante legislaciones "injustas e inicuas".
En un escueto mensaje a los congregados, y tras el rezo del ángelus en la plaza de San Pedro de Roma, Benedicto XVI subrayó que "vale la pena trabajar por la familia y el matrimonio", que definió como "la unión indisoluble entre un hombre y una mujer".
Esta última fue una de las frases más escuchadas entre los intervinientes del encuentro, que duró cuatro horas.
En el acto litúrgico, el arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, criticó que se relativice la idea de la familia y el matrimonio "entre varón y mujer".
También hablaron líderes de movimientos cristianos como Comunión y Liberación, la Comunidad de San Egidio, El Movimiento de los Focolares, Camino Neocatecumenal y el Foro de la Familia.
El presidente de esta última organización, Benigno Blanco, pidió a los padres que asuman la responsabilidad de educar a sus hijos y no dejen su "cabeza y corazón" en manos de otros y "menos en las del Estado", en alusión a la asignatura de Educación para la Ciudadanía.
En su turno, el fundador del movimiento Camino Neocatecumenal, Kiko Argüello, dijo que en toda Europa los Gobiernos "ateos y laicos" pretenden destruir a la familia y quieren hacer creer que esta institución "no va a ninguna parte".
Sobre las nueve pantallas colocadas en la madrileña Plaza de Colón y en las calles aledañas, se proyectaron vídeos de Juan Pablo II, uno de ellos de la Misa de las Familias que celebró en Madrid en 1982.
Según los organizadores, asistieron a la concentración más de dos millones de personas, y según datos extraoficiales, varios cientos de miles.