VILLAVICENCIO.- Los preparativos para recibir a tres personas secuestradas por las FARC están listos, pero todo está sujeto a que el grupo rebelde indique las coordenadas del sitio en el que deben ser recogidos, dijeron hoy fuentes oficiales.
La liberación de la ex candidata a la vicepresidencia Clara Rojas, de su hijo Emmanuel, nacido en cautiverio, y de la ex congresista Consuelo González de Perdomo se aplaza constantemente a la espera de que las FARC entreguen las coordenadas del lugar.
Esta misión humanitaria está a cargo del Gobierno de Venezuela, a petición de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), con la compañía de garantes de siete países.
Cuatro helicópteros facilitados por el Gobierno de Venezuela y con distintivos del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) esperan en el aeropuerto de la ciudad colombiana de Villavicencio (capital del central departamento del Meta) la orden para recoger a los rehenes en un punto de los llanos y selvas del este colombiano.
Pero la gestión es incierta por la falta de datos sobre el lugar secreto en el que la organización insurgente entregará a los rehenes a emisarios del Gobierno de Venezuela.
La información de las coordenadas se sabrá "solo en el momento en que lleguen al sitio", declaró el director del periódico comunista Voz, Carlos Lozano, que en varias ocasiones ha servido como mediador.
En tanto, el Gobierno de Colombia negó haber recibido presiones de Estados Unidos en este proceso, tal como sugirió el sábado el mandatario venezolano, Hugo Chávez.
"Nosotros jamás hemos tenido presiones por parte de algún gobierno extranjero en relación con esta misión humanitaria o con otras", declaró el alto comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo.
"El Gobierno colombiano está actuando de manera autónoma, con pleno convencimiento de que el camino que estamos transitando es el correcto", apuntó el funcionario, quien destacó no hay una "voluntad ni actitud de interferencia".
Chávez manifestó ayer que espera que antes de Año Nuevo finalice el operativo de rescate de los tres rehenes y afirmó que hay sectores "dentro y fuera de Colombia que apuestan al fracaso" de la misión.
"El primero de ellos es el Gobierno de Estados Unidos, que tiene desde hace tiempo todo un aparato tecnológico (...) que busca la desestabilización y la guerra. Ellos no quieren la paz ni les importa la vida de nadie", aseguró.
Restrepo explicó hoy que cuando han visto la necesidad de hacer alguna sugerencia, la han hecho, "como en el caso de las aeronaves venezolanas", las cuales "por razones constitucionales" era importante que estuvieran protegidas con los emblemas del CICR.
"Tal vez es la única observación que hemos hecho y que fue atendida de manera inmediata" por el Gobierno de Venezuela, expresó el comisionado, quien reiteró que "todas las garantías están dadas" en territorio colombiano para llevar a cabo esta misión.
La operación humanitaria es coordinada por el ex ministro venezolano del Interior, Ramón Rodríguez Chacín, cuya llegada a Colombia se producirá una vez tenga las coordenadas de la ubicación de los tres rehenes.
En la misión participan como garantes el ex presidente argentino Nestor Kirchner y el canciller Jorge Taiana; el asesor presidencial brasileño Marco Aurelio García y el diplomático Helio Cardoso, y el viceministro de Coordinación con Movimientos Sociales de Bolivia, Sacha Llorenti.
También forman parte del grupo el ex ministro del Interior de Ecuador Gustavo Larrea y los embajadores en Venezuela de Francia, Hadelín de la Tour du Pin; de Cuba, Germán Sánchez, y de Suiza, Armin Ritz, así como el director estadounidense Oliver Stone, que filmará la entrega.
Las FARC anunciaron el 18 de diciembre la liberación de los tres rehenes como un gesto de "desagravio" a Chávez y a la senadora colombiana Piedad Córdoba, luego de que el Gobierno de Bogotá cancelara su mediación en busca de un canje humanitario.
Clara Rojas fue secuestrada por las FARC con la candidata a la presidencia, la colombo-francesa Ingrid Betancourt, en febrero del 2002, mientras González de Perdomo fue capturada en el 2001.
Las dos mujeres y Emmanuel forman parte del grupo de 45 políticos, soldados, policías y estadounidenses que las FARC aspiran canjear por medio millar de rebeldes presos.
