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Chávez y Merkel bajan el tono de la polémica con saludo y una foto

El mandatario venezolano y la canciller alemana se dieron dos apretones de mano, un pedido de disculpas y con una foto como testigo dejaron atrás un entredicho diplomático.

16 de Mayo de 2008 | 19:28 | DPA

LIMA.- La intensa polémica entre el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y la canciller federal de Alemania, Angela Merkel, que precedió a la V Cumbre de América Latina, el Caribe y la Unión Europea, en Lima se acalló apenas minutos después de su inicio.


Dos apretones de mano, un pedido de disculpas y una foto como testigo dejaron atrás un entredicho diplomático que llevó a la primera plana de ambos continentes a Chávez y Merkel, aunque es probable que el gesto de acercamiento no signifique que alguno de los dos haya cambiado de opinión respecto al otro.


Chávez informó luego que Merkel incluso lo invitó a visitar Alemania, oferta que dijo haber aceptado durante el breve diálogo que mantuvieron y del que la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, fue testigo presencial. Fuentes del gobierno alemán negaron sin embargo que haya existido esa invitación.


"No he venido a pelear aquí. Me dio mucho gusto darle la mano a la canciller alemana, nos dimos un beso. Ella dijo algo por allá y yo le respondí. Cristina estaba allí, le di un beso a ella y a la canciller alemana a quien le dije: Si mencioné algo muy duro, perdóname, aquí está mi mano", relató Chávez a la prensa.


Chávez y Merkel estrecharon sus manos en dos oportunidades, antes y después de la foto grupal de los jefes de Estado y de Gobierno y representantes de los 60 países que asistieron a la Cumbre en Lima, según indicaron fuentes gubernamentales alemanas a DPA.


En ambas ocasiones, fue el mandatario venezolano quien se acercó a Merkel para saludarla.


La canciller federal consideró que el impasse quedó atrás, sin resentimientos, según informaciones obtenidas por dpa, e incluso propuso una foto juntos que tomó un fotógrafo venezolano.


La imagen es fuerte después de tantas idas y vueltas. En medio del tumulto de líderes en busca de su lugar en el estrado, Merkel se dirige a la cámara con una enorme sonrisa, mientras un Chávez sonriente le mira a los ojos mientras estrecha entre sus dos manos la derecha de la canciller, en un contundente gesto fraterno.


El entredicho se había desencadenó después de que Merkel declaró a dpa que Chávez no es la voz de Latinoamérica y que un "único país no puede dañar por mucho tiempo las relaciones entre la Unión Europea y América Latina".


En su primera reacción, Chávez consideró a Merkel una dirigente de "derecha, de la misma derecha que apoyó a Adolf Hitler", palabras que generaron conmoción en Alemania y fuerte repercusión en Latinoamérica.


La canciller federal no dio marcha atrás con sus dichos, pero evitó atizar la polémica.


El presidente venezolano, en cambio, continuó con la controversia al afirmar este jueves, pocas horas antes del inicio de la Cumbre en Lima, que Merkel debería tener una "conducta de estadista porque antes de llegar comienza a decir que los gobiernos de Latinoamérica deberían distanciarse de Venezuela".


La acusó de "lanzar flechas" contra él y contra Venezuela y consideró que le falta "el buen juicio". "Espero que no se le ocurra a la señora canciller repetir la expresión del rey Juan Carlos (de España, cuando lo instó a callarse en la Cumbre Iberoamericana de 2007 en Chile)", señaló.


Más sonrisas


Momentos antes del encuentro este viernes con Merkel, Chávez había protagonizado otro saludo histórico con el presidente de Perú, Alan García, fuertes rivales ideológicos y otrora enconados enemigos personales. Sonrisas, un extenso apretón de manos, algún saludo en el hombro parecieron por unos momentos dejar atrás las fuertes críticas que incluso este jueves le propinó el mandatario anfitrión de la cumbre.


"Esa es una buena demostración que así con diferencias se puede trabajar", argumentó el venezolano.


Pero no es la primera vez en la historia reciente latinoamericana en que un apretón de manos puede aliviar tensiones. Todavía está fresca en la memoria el acercamiento promovido por el presidente dominicano, Leonel Fernández, durante la Cumbre del Grupo de Río en marzo pasado, en medio de una profunda crisis por la incursión militar colombiana contra un campamento de las FARC que elevó la tensión entre ambos Colombia y Venezuela y llevó incluso a Caracas a enviar tropas a la frontera colombiana.


Ante la sorpresa de todos los presentes y las cámaras que difundían en vivo las imágenes, el presidente de Colombia, Álvaro Uribe; su par de Ecuador, Rafael Correa, y Chávez se estrecharon en abrazos y saludos.

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