LONDRES.- El primer ministro británico, Gordon Brown, comprobó hoy durante una breve visita sorpresa a Irak las posibilidades que existen de reducir el contingente militar del Reino Unido en el país árabe.
Brown conversó en Bagdad con el jefe del gobierno iraquí, Nuri al Maliki y altos mandos del Ejército sobre la situación de seguridad en el país. El primer ministro británico hará una declaración la próxima semana en Londres sobre el despliegue del Reino Unido en Irak.
Durante la visita, que no fue anunciada en los medios por motivos de seguridad, Brown quería tomar impresiones de cómo se está desarrollando la instrucción de las fuerzas locales de seguridad a manos de expertos británicos y de cómo progresa la situación económica en el sur de Irak, informó la cadena BBC.
En la zona portuaria del sur de Irak -y en la metrópolis petrolífera Basora- se encuentran estacionados 4.000 soldados británicos. En diciembre, el Reino Unido traspasó el comando al Ejército iraquí.
Hasta el momento sigue sin aclararse cuándo se llevará a cabo la reducción de la tropa a 2.500 unidades planeada desde diciembre de 2007. Su retirada se aplazó a principios de año debido al recrudecimiento de los combates.
En el momento álgido de la guerra de Irak, que empezó en 2003, hubo 26.000 soldados británicos desplazados en la zona.
Londres relaciona la retirada total de sus soldados con el logro de cuatro metas en la región de Basora: una exitosa formación de las fuerzas de seguridad iraquíes, estabilidad política, avances en la reconstrucción económica y, finalmente, retomar el tráfico aéreo civil de forma regular en el aeropuerto de Basora.
La tercera visita de Brown a Irak desde que se convirtió en primer ministro en 2007 tiene lugar un día después de que Estados Unidos e Irak mantuvieran conversaciones sobre un cronograma para la retirada de las tropas de Estados Unidos.
