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Santiago: Domingo 20 de octubre del 2024 | Actualizado 12:06
Kate y Gerry McCann, quienes siempre han alegado inocencia, dejaron de ser sospechosos de la desparición de su hija.
EFELISBOA.- La Fiscalía portuguesa decidió hoy archivar el caso Madeleine McCann y desestimó la posibilidad de realizar nuevas investigaciones o abrir un juicio por la desaparición de la niña británica, ocurrida en mayo de 2007.
La determinación implica que Kate y Gerry McCann, padres de la menor, y el británico Robert Murat, dejaron de ser sospechosos.
En un escueto comunicado la Procuraduría General de la República informó que "no se han obtenido pruebas de la práctica de delito alguno", tanto por parte de los progenitores de Madeleine como de Murat.
La investigación sólo podrá ser reabierta por iniciativa del Ministerio Público o por requerimiento de algún interesado, "si surgieran nuevos elementos de prueba que originen diligencias serias, pertinentes y consecuentes", agrega la nota.
La Policía Judicial portuguesa entregó a los fiscales el pasado 1 de julio su informe final sobre la investigación sin pruebas aparentes que aclaren el paradero de la niña o la implicación de terceras personas en la desaparición.
El cierre del caso incluye el fin del secreto del sumario, una vez que se cumplan diversos plazos y garantías legales. Los documentos del caso levantan gran expectación en Portugal, porque en ellos deben figurar los elementos que llevaron a la policía a formular sus dudas.
Las principales sospechas policiales sobre los McCann se basaban en los rastros de sangre y presencia de un cadáver que perros facilitados por la policía británica encontraron en la vivienda, pertenencias y el automóvil alquilado por la pareja después de perder a su hija.
Esta semana algunos medios insistieron en que los análisis de ADN de esas muestras arrojan un grado elevado de certeza, pero no llegan al cien por cien necesario para sostener una acusación.
Madeleine desapareció la noche del 3 de mayo de 2007, nueve días antes de su cuarto cumpleaños, del apartamento donde dormía junto a dos hermanos menores, mientras sus padres cenaban con varios amigos en un cercano restaurante de la costa del Algarve.
Pese a la campaña internacional y las donaciones de varios millones de euros para buscar a la niña nunca se encontró rastro de ella.
