La policía intentó arrestar al hombre de 35 años pero éste los amenazó con el mismo cuchillo con el que había matado y decapitado a su mujer. El hecho ocurrió en Vouvoulos, una localidad de la isla griega de Santorini.
El asesino también hirió con un cuchillo a uno de los policías, que logró detenerlo después de dispararle cuatro balazos en las piernas. Pese a las heridas, el hombre subió a un automóvil y escapó, pero minutos más tarde se dejó arrestar porque el dolor le impedía conducir.