MOSCÚ.- Los 83 pasajeros y cinco tripulantes del Boeing-737 que se estrelló cerca de la ciudad de Perm, en los Urales centrales, resultaron muertos, indicó este domingo el inspector Vladimir Markin, del Ministerio para Situaciones de Emergencia, a la agencia RIA Novosti.
"Según las últimas informaciones, el avión se estrelló en una quebrada cerca de los límites de la ciudad. A bordo iban 82 pasajeros más un bebé y una tripulación de cinco miembros, todos perecieron, según apuntan las informaciones preliminares", explicó Markin.
Según informaron autoridades locales 21 extranjeros, entre ellos franceses, alemanes y estadounidenses, perecieron en el Boeing 737.
"El avión se incendió y estalló; en circunstancias como éstas no cabe esperar que haya ningún sobreviviente", indicaron responsables del Ministerio a Interfax.
El aparato, perteneciente a la compañía rusa Aeroflot, quedó completamente destruido, señaló la agencia Interfax citando a la agencia Rosaviation.
En el avión viajaban siete niños, incluido un bebé, precisó un portavoz de Aeroflot. Ningún extranjero figura entre los ocupantes del avión, puntualizó la compañía rusa.
"El avión salió del aeropuerto Sheremetyevo de Moscú a las 01H12 del domingo (21H12 GMT del sábado), pero cuando había iniciado el descenso para tomar tierra y se encontraba a 1.800 metros se perdió el contacto", dijo el portavoz.
Un equipo de rescate volaba desde Moscú para ayudar a los socorristas locales y también iba a hacerlo un grupo de investigadores encabezado por el ministro de Transportes, Igor Levitin.
Las causas del accidente se ignoraban hasta el momento. El año pasado, 33 accidentes de aviación dejaron 318 muertos en Rusia.