BERLÍN.- Casi dos décadas después de la caída del Muro de Berlín, el pesimismo se ha regado entre los alemanes. Según un estudio publicado hoy, apenas la mitad de los germano-orientales consideran que su situación personal ha mejorado con respecto al régimen comunista.
"Se ha evaporado gran parte de la euforia que vivimos después de la caída del Muro", explica el director del instituto Forsa, Manfred Güllner, al Berliner Zeitung, el diario que encargó el estudio.
El porcentaje de alemanes orientales que perciben una mejora en su situación llega sólo al 46 por ciento, mientras que para 1989, tras la caída del Muro, un elevado 71 por ciento miraba la situación con optimismo.
Curiosamente, en Alemania Occidental el panorama es todavía más negro. Sólo un 40 por ciento considera que hoy las cosas marchan mejor.
"Los germano-orientales creen que se han aprovechado de ellos", explica Güllner, mientras que sus vecinos occidentales "tienen la sensación de estar pagando las cuentas del Este", agrega Güllner acerca de tan pesimista balance de la unificación.
Para este sondeo, que retrata una vez más la "división mental" que existe aún entre las dos Alemanias (el llamado "muro en las cabezas"), fueron preguntados 1008 alemanes entre el 10 y el 16 de diciembre de 2008, de los que casi la mitad (502) son oriundos de los cinco estados federados orientales o Berlín.
Otro estudio, a cargo del instituto IFO, también hecho público hoy, concluye que la crisis económica castigará más fuerte al Este que al Oeste de Alemania.
Mientras que la economía germano-oriental creció en 2007 un 2,2 por ciento, la germano-occidental lo hizo en un 2,5 por ciento. Y para el nuevo año, el IFO pronostica un retroceso del PIB del 1,9 por ciento en el este, frente al -2,2 por ciento de media en toda Alemania.