SANTA ANA, California.- Un pastor de Anaheim que se grabó en video al abusar sexualmente de una niña de 13 años en una oficina de la iglesia, lloró y aferró una Biblia luego de haber sido sentenciado a 90 años de prisión por abusar de cinco menores.
Raúl Rosas Hernández, de 44 años, se declaró culpable de 34 cargos y fue sacado con sus manos esposadas luego de haber sido sentenciado, valiéndole su muestra de remordimiento una reprimenda del juez a cargo.
"No estaba llorando ni aferrándose a su Biblia cuando se aprovechaba de su posición de confianza y abusaba de sus víctimas", dijo el juez Francisco Briseño, de la Corte Superior del Condado de Orange, quien calificó al religioso como "la personificación misma de la hipocresía".
Hernández fue un pastor de la iglesia Fe en Acción durante siete años antes de su arresto en 2006. Fue acusado de molestar a cuatro niñas y un niño durante la década previa.
Las autoridades dijeron tener un video que presenta a Hernández teniendo relaciones sexuales en su oficina con una de sus víctimas. En una parte se le ve responder un telefonema diciendo "Dios lo bendiga" en español, para cerrar con su imagen en el púlpito, dando un sermón sobre la blasfemia.
Hernández se declaró culpable porque no quería que sus víctimas pasaran por el trauma de un juicio, dijo su abogada Lisa Eyanson.
La niña en el video y al menos otra de sus víctimas estuvieron presentes.
Hernández también reconoció no haberse presentado a una audiencia previa al juicio, luego de obtener su libertad bajo fianza por 100.000 dólares durante su primer arresto. Huyó en febrero de 2006 cuando se enteró que la fiscalía presentó un cargo adicional en su contra que lo hubiera puesto en prisión por el resto de su vida de ser encontrado culpable.
Las autoridades indicaron que Hernández fue detenido por segunda vez en una iglesia de Redlands, donde pidió dinero para huir a México.
El juez indicó que la sentencia era equivalente a la cadena perpetua, porque Hernández debe de cumplir al menos el 85% de su sentencia de 90 años antes de ser elegible para la libertad bajo palabra.