MONTEVIDEO- La sequía en Uruguay se profundizó en los últimos días derivando en una situación "grave" para el "sistema productivo" del país, reconoció el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Ernesto Agazzi, en declaraciones conocidas hoy en Montevideo.
"La situación de déficit hídrico hasta diciembre era una, pero hoy ha cambiado y la calificamos de grave para el sistema productivo", admitió.
"Esto es grave para los animales, para la producción de alimentos, para las familias rurales y grave hacia delante porque al morirse la pastura (...) cada vez va a tomar más tiempo para recomponer lo que el clima destruye", reconoció.
Esta fue "una semana bisagra donde se genera un cambio cualitativo" al no registrarse las precipitaciones que habían anunciado los servicios meteorológicos, prosiguió el político.
Sostuvo que las medidas que el gobierno había adoptado "eran adecuadas a la situación de diciembre", cuando la sequía se limitaba a la región Sur de Uruguay y los registros pluviométricos se aproximaban a los normales en el Norte del territorio del país.
"Pero ahora se agravó la situación de las zonas con escasas lluvias y de manera muy especial" en algunos departamento (provincias) que concentran gran parte de la producción lechera y frutícola, dijo.
Agazzi afirmó que la principal preocupación para el gobierno son las familias que viven de lo que producen en sus campos, que son unas 32.000. "No son empresarios, son familias y luego emigran a la ciudad" por las dificultades causadas por la sequía, sostuvo.
El matutino "La República", de Montevideo, informó hoy que el próximo martes se reunirá el Grupo Operativo del Sistema Nacional de Emergencia para analizar la situación de la sequía y aseguró, citando fuentes oficiales que no identificó, que el gobierno evalúa declarar "zonas de emergencia" donde el déficit hídrico es más grave.
Según datos de la Dirección Nacional de Meteorología publicados en la última edición del semanario "Búsqueda", las lluvias en Uruguay en 2008 fueron de 730 litros por metro cuadrado, la mitad de las registradas el año previo y muy por debajo de los niveles promedio históricos para este país sudamericano.