WASHINGTON.- La larga espera finalmente terminó. Este martes Barack Obama, tras jurar en su nuevo cargo, subió al estrado como nuevo Presidente estadounidense y se dirigió a la enorme multitud agolpada desde muy temprano en los patios del National Mark, enviando en su mensaje una invitación sobre "trabajar para rehacer a Estados Unidos".
"Debemos reformar los malos hábitos", lanzó en sus primeras frases acerca de la crisis que azota al país, además de aclarar que "el verdadero alcance de la economía depende de nuestra prosperidad".
Tras hacer un simbólico recorrido acerca de los antepasados americanos, y en especial de los suyos en África, el Presidente Obama se comprometió a volver a hacer de Estados Unidos el país de los ideales. "Seguimos siendo la nación más trabajadora y poderosa del mundo", agregó invitando a los jóvenes a sumarse a sus propuestas de futuro.
La adrenalina poco a poco comenzaba a subir con cada frase que Obama lanzaba al país. Los aplausos se sucedían y las miradas atentas confesaban la solemnidad del hecho histórico. Entre ellos destacó el ex Presidente, George W. Bush.
"Este momento es el que determinará a una generación, el mundo ha cambiado y debemos cambiar con él", agregó recibiendo vítores y aplausos.
Sobre los problemas de política exterior que amenazan a Estados Unidos, el Presidente electo fue claro en señalar que "comenzaremos de manera responsable dejando a Irak en manos de su pueblo. (Queremos) consolidar la paz en Afganistán, queremos reducir la amenaza nuclear y el fantasma de un país en calentamiento", señaló.
"No vamos a disculparnos por nuestro estilo de vida ni vamos a doblegar su defensa. Lo que les decimos es que nuestro espíritu es fuerte y no va a ser quebrantado. Ustedes no van a durar más que nosotros y los vamos a derrotar", sostuvo enérgico recibiendo la ovación más grande de la tarde.
El Presidente Obama, además, mostró su intención de hacer de Estados Unidos un "país amigo a todos aquéllos que busquen la paz. Estamos listos para retomar el liderazgo".