JOHANNESBURGO.- El ex Presidente sudafricano y Premio Nobel de la Paz, Nelson Mandela, rememoró este martes su propia investidura, en 1994, como primer Mandatario de color de Sudáfrica, durante la toma de posesión de Barack Obama en Estados Unidos.
"Recuerdo hoy en gran medida la agitación y el entusiasmo de mi pueblo en el momento de la transición a la democracia”, cuando con su elección se dio por acabado el régimen segregacionista del "apartheid”, señala Mandela en una carta remitida a Obama.
En su misiva, difundida por la Fundación Nelson Mandela, el ex gobernante se une “a los millones de personas que le felicitan en el mundo”, y asegura a Obama que, con su toma de posesión como primer gobernante negro al frente de la mayor potencia mundial, se ha vivido un momento “verdaderamente histórico”.
Además de mostrarse “orgulloso” del origen africano de Obama, cuyo padre era keniano, Mandela indica al flamante Presidente de EE.UU. que, con “su nueva voz de esperanza”, se podrán afrontar los conflicto y problemas como la desigualdad, la pobreza y la injusticia, “que parecían imposibles de resolver”, para “cambiar el mundo y hacer de él un lugar mejor”.
El ex Presidente sudafricano, asegura que, con hechos como su elección, hace quince años, y la de Obama, en noviembre pasado, los pueblos adquieren la convicción de que “se puede superar la injusticia y juntos podemos conseguir una vida mejor para todos”.
El antiguo gobernante, que pasó 27 años en la cárcel y es símbolo mundial de la lucha por la libertad, desea “fortaleza” a Obama ante los “retos que le esperan” y le manifiesta su afecto “como un hombre joven que desafió a un sueño y persiguió ese sueño”, hasta convertirse en el primer Presidente afroamericano de EE.UU.
Las emisoras de radio y las cadenas de televisión sudafricanas dedicaron hoy buena parte de sus espacios a la investidura de Obama y la mayoría la compararon con la de Nelson Mandela.
Esos medios coincidieron también en evocar el discurso pronunciado por Martin Luther King el 28 de agosto de 1963, en la escalinata del monumento a Lincoln, en Washington, donde repitió una y otra vez: “He tenido un sueño”, y en señalar que hoy ese sueño se ha cumplido, con la llegada de Obama a la Presidencia.