WASHINGTON.- El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, evaluó como positiva la llegada de Barack Obama para la relación entre Estados Unidos y América Latina, al hacer votos por que ayude a lograr consensos en temas espinosos, como el regreso de Cuba al organismo hemisférico.
Si ahora con Obama, en el poder desde el martes, se alcanzan esos acuerdos y se disminuye la confrontación entre Washington y países como Bolivia y Venezuela, se estaría llegando "en buena forma" a la Cumbre de las Américas, que se celebrará a mediados de abril en Trinidad y Tobado, expresó Insulza.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) dijo, en un encuentro con corresponsales en Washington, que uno de los temas clave que se debe abordar en breve es "que los Estados de América decidan no mantener más la suspensión de Cuba" del organismo regional, que data desde 1962.
"El tema del cambio de la política del bloqueo (estadounidense) a Cuba puede demorar un poco", pero durante su campaña presidencial, Obama habló de flexibilizar medidas como el envío de remesas y las condiciones para viajar de los cubano-estadounidenses a la isla, recordó Insulza.
Si eso se concreta, junto al cierre del polémico centro de detención de Guantánamo en Cuba, para lo que Obama dio este miércoles un primer paso al decidir la suspensión de los juicios en la prisión, "podría ayudar a crear un nuevo clima", dijo Insulza.
Hay que "volver a la base de lo que es el concepto fundamental de la OEA, que de ella forman parte todas las naciones independientes" del continente, insistió Insulza, quien ya en diciembre había señalado que el aislamiento de Cuba es un resabio de la guerra fría que la OEA debe corregir. El chileno Insulza minimizó que Cuba insista en que no desea reingresar al seno de la OEA.
"Uno no puedo preguntarle a Cuba si quiere volver si tiene completamente cerradas las puertas", agregó.
El secretario general incluso consideró positivo la posible conformación de un organismo latinoamericano, como lo piden numerosos países de la región, aparte de la OEA, lo que a su juicio no obstaculizaría el papel del organismo hemisférico.
Insulza vio buenos augurios en el discurso de investidura de Obama, en el que a su juicio el nuevo mandatario norteamericano ofreció la idea del liderazgo estadounidense, pero "consensuado, basado más bien en la razón y la política, más que en lo militar".
Lo contrastó con las políticas de la era Bush, "basadas sustantivamente en la fuerza", que llevaron a que entre Estados Unidos y los países latinoamericanos "el clima se fuera agriando", también con hechos de carácter global como la invasión a Irak, que provocó desaprobación en la región.
El nuevo enfoque podría dar pie a un diálogo entre Estados Unidos y países con los que mantiene conflictivas relaciones, como Bolivia y Venezuela, estimó Insulza. "Tener posiciones firmes no significa dejar de conversar", subrayó.
Insistió en que el nuevo gobierno estadounidense no tendría "el menor interés en promover ningún tipo de conflicto", en referencia a la polémica que se generó luego de que consideró que Obama no busca pelear con el presidente venezolano Hugo Chávez, lo que le valió críticas de la cancillería en Caracas.
Asimismo, la llegada de Obama podría ayudar a alcanzar consensos sobre otros temas primordiales hemisféricos como el migratorio, el comercial y la lucha contra el narcotráfico.
No obstante, Insulza matizó sus expectativas: la búsqueda de propuestas comunes "se puede demorar un poco porque esta administración recién se estrena y hay otras prioridades más apremiantes", como la crisis económica, a la que de seguro Obama dedicará la mayor parte de sus esfuerzos.