NAIROBI.- El Presidente de Kenia, Mwai Kibaki, declaró una semana de luto nacional a partir de hoy tras los dos sucesos, el incendio de un supermercado y la explosión de un camión cisterna, que causaron la muerte de más de 140 personas.
El número de fallecidos tras la explosión de un camión cisterna lleno de gasolina en la población de Molo (140 kilómetros al noroeste de Nairobi) aumentó a 116, tras la muerte hoy de otras cuatro personas con graves quemaduras.
Tres de ellas, que presentaban quemaduras en casi el 95% de su cuerpo, perecieron en un hospital de Nairobi esta mañana y una cuarta falleció en un centro de Nakuru, ciudad del valle del Rift próxima al lugar del accidente.
Todavía hay 130 heridos hospitalizados a consecuencia de la explosión del camión cisterna, mientras que otros 48 ya han sido dados de alta, informaron hoy los medios locales.
El camión sufrió un accidente el sábado pasado por causas desconocidas mientras transportaba gasolina desde el puerto de Mombasa, en el sureste del país, a El Doret, en el noroeste, y el conductor se encuentra desaparecido, según la televisión local KTN.
El camión quedó parado en la carretera y cientos de personas acudieron a recoger la gasolina que transportaba, momento en que se produjo la explosión, que, según el Primer Ministro, Raila Odinga, pudo deberse a un cigarrillo que alguien tiró en el lugar del siniestro.
Por su parte, la mayoría de las familias de las víctimas del incendio que arrasó un supermercado la semana pasada en Nairobi, siguen a la espera de que sus allegados sean identificados.
De los 27 cuerpos encontrados entre los restos del incendio, sólo 11 han podido ser identificados y, aunque las autoridades aseguran que hacen todo lo que pueden, algunos familiares se quejan de que no son atendidos.
Además del proceso de identificación, que se espera siga durante los próximos días, según la Cruz Roja, el Gobierno tendrá que responder a 50 denuncias de desaparición de personas que se teme estuvieran en el supermercado en el momento del incendio.
Ambos accidentes pusieron a prueba la capacidad del Gobierno de Kenia para hacer frente a este tipo de desastres y resaltaron la precariedad de medidas preventivas, equipamientos y educación cívica del país ante estas situaciones.