HARARE.- La Asamblea Nacional de Zimbabwe aprobó hoy una ley que permitirá crear un gobierno de coalición, que tendrá como objetivo poner fin a la crisis política y económica que afecta al país desde hace una década.
La enmienda 19 de la Carta Marga zimbabwense, cuyas cláusulas más importantes son la creación del cargo de Primer Ministro y de un Consejo de Ministros, fue aprobada por unanimidad por los 184 legisladores presentes en la Cámara Baja del Parlamento, compuesta por 210 escaños.
"El debate seguirá ahora en el Senado, pero hay apoyo (para la enmienda) por parte de todos los partidos políticos", dijo el jefe parlamentario del opositor Movimiento para el Cambio Democrático (MDC), Innocent Gonese.
La aprobación de la enmienda constitucional abrirá el camino para que el líder del MDC, Morgan Tsvangirai, asuma como Primer Ministro del país el próximo domingo y dos días más tarde los miembros del nuevo gabinete jurarán sus cargos.
Según la nueva ley, el Presidente zimbabwense, Robert Mugabe, continuará siendo el Jefe de Estado y seguirá presidiendo las reuniones del Gabinete.
Tsvangirai estará a cargo del Consejo de Ministros y Arthur Mutambara, líder de una facción minoritaria del MDC, asumirá como viceprimer ministro.
El MDC y la gubernamental Unión Africana Nacional de Zimbabwe-Frente Patriótico (ZANU-PF) firmaron el 15 de septiembre pasado un acuerdo para compartir el poder en un gobierno de unidad nacional, tal como había aconsejado la Unión Africana tras las controvertidas elecciones presidenciales del año pasado.
El partido opositor se había negado hasta ahora a integrarse al gobierno de unidad debido a que la ZANU-PF pretendía retener todos los ministerios más importantes y designar a los gobernadores de las diez provincias del país.
Hasta el martes pasado, el pacto de unidad parecía destinado al fracaso ya que el MDC seguía acusando a la ZANU-PF de no respetar lo acordado. Sin embargo, tras una nueva reunión de las partes en la vecina Sudáfrica, las diferencias, aparentemente, fueron resueltas.
Aunque nada ha sido confirmado oficialmente, un portavoz del MDC dijo que Mugabe ha aceptado conceder al grupo opositor, que obtuvo la mayoría en las elecciones legislativas de 2008, la gobernación de cinco provincias.
Según la fuente, existe también un compromiso por parte del actual Gobierno para poner en libertad a los más de 40 miembros del MDC y activistas por los derechos humanos que fueron secuestrados, torturados y mantenidos en una prisión de máxima seguridad por agentes del Estado.
"Creo que los prisioneros serán puestos en libertad antes de que Tsvangirai jure su cargo el día 11", dijo el funcionario del MDC, que prefirió guardar el anonimato.
Por su parte, Innocent Gonese señaló que si bien la atmósfera registrada hoy en el Parlamento era jovial, la tarea que aguarda a la Legislatura y el Ejecutivo zimbabwenses es "enorme".
"Habrá que trabajar mucho y fuerte, y también poner mucha voluntad y confianza", dijo el jefe parlamentario del MDC, quien se manifestó confiado en el potencial de la coalición gubernamental para poner fin a las tensiones y violencia política.
Zimbabwe sufre la peor crisis económica desde su independencia en 1980 que ha llevado, entre otras cosas, al desabastecimiento de alimentos y otros productos básicos, y al derrumbe del sistema sanitario y educativo, que están prácticamente paralizados, pues los empleados públicos reclaman sus salarios en divisas extranjeras, ya que con lo que ganan en moneda local no pueden alimentarse.
Mugabe culpa por la situación a las sanciones personales (prohibición de viajes y congelación de sus cuentas bancarias en el exterior) que Estados Unidos, el Reino Unido -la antigua metrópoli colonial de Zimbabwe- y la Unión Europea han aplicado contra él, los miembros de su gobierno y sus familiares.
Pero sus críticos responsabilizan por la situación a la corrupción en el seno del régimen de Mugabe, que considera el erario público como su cuenta privada, y la caótica reforma agraria que su gobierno lanzó en 2000 y que ha destruido el sector de la agricultura comercial.
La ONU calcula que 5,5 millones de los 12 millones de habitantes de Zimbabwe necesitarán ayuda alimentaria este año para sobrevivir, mientras que, por otra parte, el país padece una epidemia de cólera que ha causado ya la muerte de más de 3.300 personas y afectado a casi 65.000.