SIDNEY.- Los incendios forestales en Australia han dejado 35 personas muertas y han quemado cientos de casas, en el peor desastre de su tipo en el país en tres décadas. La ola de calor y los fuertes vientos avivan las llamas y las impulsan hacia pueblos cercanos a Melbourne.
Miles de bomberos luchaban el domingo por segundo día consecutivo por contener las llamas, que según testigos alcanzaban los cuatro pisos de altura, se extendían por el terreno como veloces ferrocarriles y dejaban brasas candentes hasta el horizonte.
“Pasó como una bala (el incendio). Se quemó la estación de servicio, se quemó el mercado al otro lado del camino, (explotaron) cilindros a la izquierda, derecha y el centro y 80 por ciento del pueblo había sido consumido”, dijo el residente del pequeño poblado rural de Kinglake, Darren Webb-Johnson.
Los incendios forestales son algo común todos los años en Australia, pero actualmente una combinación de un clima abrasador, una sequía y arbustos secos han creado las condiciones perfectas para que las llamas arrecien.
Los incendios se encuentran cerca de pueblos ubicados a unos 80 kilómetros al norte de Melbourne, afectando a zonas rurales y semiurbanas.
“No vamos a poder apagar estos incendios en varios días”, dijo la autoridad del Estado de Victoria, John Brumby, quien pidió que los donantes de sangre acudan a centros médicos para ayudar a las víctimas de quemaduras.
El principal incendio forestal de Victoria consumió el sábado unas 3.000 hectáreas , principalmente de un parque nacional, cuando las temperaturas subieron cerca de los 50 grados centígrados. Dentro de horas, el incendio había quemado unas 30.000 hectáreas luego de que los vientos cambiaron de dirección.