TEHERÁN.- Irán celebrará el martes con gran pompa los 30 años de su revolución islámica, queriendo revivir los ideales de justicia social e independencia de entonces.
Como cada año, miles de personas, entre ellas funcionarios, empleados y miembros de la milicia islamista Bassij, se dirigirán en Teherán a la plaza Azadi (libertad), en un ambiente festivo.
La participación y el discurso del Presidente ultraconservador Mahmud Ahmadinejad están confirmados. No así la intervención del guía supremo, el ayatola Ali Jamenei, que el sábado afirmó que "como cada año la nación iraní saldrá en masa y hará comprender al enemigo que ha fracasado".
La capital está decorada con banderas iraníes desde que comenzaron las celebraciones del retorno del exilio, el 1 de febrero de 1979, del ayatolá Ruhola Jomeini, fundador de la República Islámica.
El aniversario del 10 de febrero celebra la insurrección general y la victoria de la revolución, sellada aquel día por la declaración de neutralidad del ejército del Shah.
Para la televisión iraní, que difunde a diario esas imágenes con cantos revolucionarios de fondo, la historia se resume en la revuelta popular contra el Shah y en el regreso al país del ayatolá Jomeini, que inauguró una nueva era.
No cuenta sin embargo el período turbulento que durante más de dos años siguió a las revolución, y en el que hubo miles de víctimas.