WASHINGTON.- El Gobierno del Presidente de EE.UU., Barack Obama, suspendió este martes la aplicación de un plan para abrir la exploración petrolera frente a las costas de su país.
El secretario del Interior, Ken Salazar, dijo que esa suspensión se mantendrá durante 180 días, contados a partir del 23 de marzo, para determinar los recursos petroleros y de gas con que cuenta el país frente a sus costas.
La apertura de la exploración petrolera marina a partir del 2010 fue anunciada por el anterior Gobierno, del Presidente George W. Bush, tres días antes de entregar el control de la Casa Blanca a Obama, el pasado 20 de enero.
Los estudios para esa apertura habían sido anunciados en julio del año pasado, cuando el petróleo bordeaba los 150 dólares por barril en los mercados internacionales.
Según el Gobierno de Bush, su plan permitiría realizar exploraciones sobre una superficie de unos 121 millones de hectáreas.
La propuesta abrió la posibilidad de conceder contratos de exploración de petróleo y gas natural "casi sin consulta a los estados, la industria o la comunidad", dijo Salazar.
"En mi opinión, ésa fue una decisión apresurada del peor tipo", añadió el secretario en una conferencia de prensa.
Por su parte, dirigentes de la industria petrolera dijeron que estaban decepcionados ante el anuncio. Barry Russell, presidente de la Asociación Independiente del Petróleo de EE.UU., dijo que "se trata de una demora innecesaria que retrasará a EE.UU. en el momento en que más necesitamos avanzar".
Sin embargo, grupos de protección del ambiente dijeron que la decisión abandona lo que calificó la política favorable a la exploración petrolera de Bush. Wesley Warren, director del Consejo de Defensa de los Recursos Naturales, indicó que con la medida "Salazar demuestra un valiente liderazgo que ofrecerá a EE.UU. un nuevo futuro energético que proporcionará energía limpia y reducirá nuestra dependencia del petróleo extranjero".
Pese a ser uno de los mayores productores, Estados Unidos importa alrededor del 60 por ciento del petróleo que necesita su gigantesco aparato industrial y automovilístico.
"La exploración petrolera marina plantearía el riesgo de derrames petroleros desde Florida a Maine (en la costa atlántica) y a lo largo de toda la costa del Pacífico", agregó Warren.