PHNOM PENH.- Uno de cada cuatro niños nacidos en los grupos étnicos jarai, tampuan, kachot y phnong de Camboyam, muere antes de los cinco años y una de cada cuatro mujeres sufre un aborto durante el embarazo, según la organización no gubernamental española Psicólogos Sin Fronteras-ONGD (PSF-ONGD).
"Muchos indígenas no confían en las vacunas porque desconocen sus ventajas y recelan de ellas cuando hay alguna reacción alérgica", explicó hoy Héctor Rifá, el director del proyecto que PSF-ONGD desarrolla en Ratanakiri, al noreste de Camboya.
Rifá apuntó que "tampoco van a los centros de salud porque están lejos, no reciben un buen trato por ser aborígenes o porque no comprenden el idioma mayoritario jemer".
Algunas creencias y prácticas tradicionales, y la lejanía de los ambulatorios de los asentamientos, contribuyen a que el índice de mortalidad infantil llegue al 250 por 1.000, según datos UNICEF.
Entre las prácticas tradicionales que contribuyen a elevar la mortalidad infantil figura el uso de una caña de bambú para cortar el cordón umbilical, asociado a sus creencias en los espíritus.
Según Rifá, el uso de la caña de bambú causa muchas veces infecciones de tétanos tanto a los recién nacidos como a las madres, de las cuales el 60% nunca ha sido vacunada de algo.
El 67% de las mujeres no recibe ningún tipo de atención prenatal, de acuerdo al estudio de la ONG que se elaboró con las respuestas que dieron 300 personas que formaron una muestra representativa de los grupos étnicos jarai, tampuán, kachot y phnong.
La encuesta incluyó 30 de las 110 aldeas en los distritos de Borkeo, Oyadaw y Andong Meas de la provincia de Ratanakiri, en los que la ONG española centra su actividad dedicada a formar mujeres en salud maternal e infantil y comportamiento social.
Uno de los futuros objetivos del proyecto de la PSF-ONGD es dar formación a parteras tradicionales para que asistan en el 90% de los nacimientos.
La partera tradicional presiona el abdomen de la mujer embarazada para acelerar el parto porque se trata de un momento de gran actividad de los espíritus que consideran peligrosa.
"Intentamos dar conocimientos a las mujeres para que se convenzan de la importancia de la atención prenatal y de ir a los centros de salud o vacunarse", dijo Rifá.
Este estudio es el más completo efectuado hasta la fecha en esas comunidades, según la ONG, y fue realizado bajo el convenio marco firmado entre la Universidad de Oviedo y la Royal University de Phnom Penh, con la financiación de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).