NUEVA DELHI.- Un día después de que Pakistán reconociera que "parte" de los atentados en Mumbai de noviembre de 2008 se planeó en su suelo, India pidió hoy al país que "descubra toda la conspiración" y que tome medidas para llevar a los sospechosos a la justicia.
"Es imperativo que Pakistán actúe con sinceridad y efectividad contra la patente de corso que tienen los grupos terroristas en su territorio", dijo el ministro indio de Exteriores, Pranab Mukherjee, en un discurso ante el Parlamento de su país.
Mukherjee calificó la respuesta paquistaní como "un hecho positivo" y anunció que India compartirá lo que pueda con Pakistán, después de la petición efectuada ayer por el país vecino para recibir más detalles que permitan continuar con la investigación.
En rueda de prensa en Islamabad, el titular paquistaní de Interior, Rehman Malik, reconoció ayer que parte del atentado fue planeado en Pakistán y también que el "supuesto cerebro" de la operación es Zakiur Rehman Lakhvi, comandante del grupo islamista Lashkar-e-Toiba (LeT).
Lakhvi es también la persona a la que India responsabiliza del asalto terrorista a Mumbai, que dejó 179 muertos.
Tras calificar como "una amenaza global y un cáncer" al terrorismo que nace en Pakistán, Mukherjee pidió ya hoy al país que cumpla con sus compromisos bilaterales e internacionales para impedir el uso de su suelo por parte de los terroristas.
"La comunidad internacional también ha trabajado con nosotros usando su influencia en Pakistán para asegurarse de que lleguen a su fin la infraestructura terrorista y el apoyo que reciben esos elementos", dijo.
"Sigue siendo el objetivo de India llevar a los autores de los ataques terroristas de Mumbai a la justicia, y llegar hasta el final", añadió.
Pakistán anunció ayer que los tribunales del país han abierto un proceso a instancias del Gobierno para perseguir a los culpables de "actos de terrorismo" y "cibercrimen" en relación con los ataques de Mumbai, aunque instó a Nueva Delhi a facilitar más pruebas para avanzar en el caso.
La masacre dio pie a una fuerte tensión entre las dos potencias rivales del sur de Asia, hasta el punto de que India llegó a acusar de la autoría a los servicios secretos paquistaníes (ISI).
Según Mukherjee, hasta ayer Pakistán había emitido respuestas caracterizadas por la "prevaricación, la negación, las tácticas de despiste y un sentido victimista".