LONDRES.- Sophie Waller, de ocho años, murió de pánico luego de que se le extrajeran ocho dientes y como consecuencia de ello se negó a comer y beber, según surgió hoy, lunes, de una investigación judicial en la ciudad occidental inglesa de Truro, dada a conocer hoy.
La niña murió a fines de 2005 debido a una insuficiencia renal y la jueza responsabilizó a los médicos y autoridades por la muerte de la menor. Los padres informaron que su hija tenía miedo de ir al odontólogo y que se había negado a dormir, hablar y comer cuando se le comenzó a aflojar un diente de leche.
Luego, fue hospitalizada para que los dientes le fueran extraídos con anestesia total. Sin embargo, al cabo de la operación Sophie se negó a abrir la boca y fue alimentada en el sanatorio en forma artificial.
Según informó la corte la niña fue dada de alta luego de un estudio psicológico. En su casa el estado de Sophie empeoró. Los padres quisieron volver a internarla pero fueron derivados al médico local. Sin embargo las advertencias del sanatorio sobre el estado de salud de la niña fueron por error a otro médico.
Luego de que Sophie perdiera once kilos en las últimas semanas antes de su muerte, finalmente murió el 2 de diciembre de 2005. Los médicos habrían fracasado en diagnosticar el estado de la niña, indicó la jueza Emma Carlyon. La vida de Sophie se podría haber preservado a través de un mejor cuidado.
El sanatorio se disculpó hoy ante los padres, quienes explicaron en un comunicado que "la única justificación para la muerte de Sophie" es que se mejoren los procedimientos en las unidades intervinientes. "Eso posiblemente salve la vida de otro niño".